1/06/2018, 18:44
—¡Por favor, no...! ¡No tenía elección!
«Y un cuerno», farfulló en sus adentros la joven.
—Suéltale, no tiene sentido mantenerlo aquí parado —intervino esta vez Nabi, y ella tras chascar la lengua deshizo las cadenas que lo mantenían atado —, lo llevaremos ante el dueño del museo y ya veremos qué hacemos, pero antes... Stuffy haz lo tuyo.
La chica se cruzó de brazos mientras se acercaba a Nabi y le tomaba el botín de Doro, asegurándolo entre sus propias manos y para ver de lo que se trataba por ella misma. Sin embargo el guardia, que parecía totalmente convencido de que necesitaba ese dinero, intentó sobornarles con una tercera parte del botín. Ella sopesó por un instante la oferta, pero su orgullo y su honor como kunoichi estaba muy por encima de aquello.
Aunque dudó, y eso no lo podía negar.
—No, queremos respuestas, ¿dónde está la pata ahora? —inquirió ella, apretando la bolsa —. ¿Por qué la robaste? ¿A quién? ¿Por qué no tenías elección? —las preguntas fluían de su boca como si ésta fuese una fuente de palabras —. ¡Y me da igual cómo te pongas! Te vienes con nosotros a ver a Tsuwamono-san, ¡sin excusas!
La joven se acercó a él y le tomó fuertemente del brazo.
—¿O prefieres ir atado?
«Y un cuerno», farfulló en sus adentros la joven.
—Suéltale, no tiene sentido mantenerlo aquí parado —intervino esta vez Nabi, y ella tras chascar la lengua deshizo las cadenas que lo mantenían atado —, lo llevaremos ante el dueño del museo y ya veremos qué hacemos, pero antes... Stuffy haz lo tuyo.
La chica se cruzó de brazos mientras se acercaba a Nabi y le tomaba el botín de Doro, asegurándolo entre sus propias manos y para ver de lo que se trataba por ella misma. Sin embargo el guardia, que parecía totalmente convencido de que necesitaba ese dinero, intentó sobornarles con una tercera parte del botín. Ella sopesó por un instante la oferta, pero su orgullo y su honor como kunoichi estaba muy por encima de aquello.
Aunque dudó, y eso no lo podía negar.
—No, queremos respuestas, ¿dónde está la pata ahora? —inquirió ella, apretando la bolsa —. ¿Por qué la robaste? ¿A quién? ¿Por qué no tenías elección? —las preguntas fluían de su boca como si ésta fuese una fuente de palabras —. ¡Y me da igual cómo te pongas! Te vienes con nosotros a ver a Tsuwamono-san, ¡sin excusas!
La joven se acercó a él y le tomó fuertemente del brazo.
—¿O prefieres ir atado?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)