10/06/2018, 22:53
El casi can corrió tras evadir la acometida del clon de su oponente. Pensando que éste no sería tan rápido como para lograr alcanzarlo antes de que topase con su verdadero yo, corrió con todas sus fuerzas hacia Datsue, directo y sin titubeos. Sin embargo, éste no pensaba ponérselo tan fácil. Rápido como él mismo, se limitó a mantener las distancias, a la par que sacaba una especie de bola de papel. Sin demora, la lanzó entre ambos, y tras ello se llevó las manos rápidamente hacia los oídos.
«¡Mierda!»
Tan pronto como lo vio, reaccionó aunque seguramente tarde. Trató de cubrirse al menos el rostro de la explosión, antecruzando ambas manos a sí mismo. Esperaba una gran explosión, pero se equivocó. Pese a que esperaba una gran explosión y llamarada, tan solo quedó lo primero. Un gran estruendo lo ensordeció de manera brusca, obligando no solo a detener la carrera, si no a llevar ambas manos hacia sus oídos.
—¡Coño! —maldijo la explosión, a su manera.
Antes de que pudiese recuperarse, tuvo encima suya al clon de Datsue. No sabía porqué, pero había sido aún mas rápido que él. Quizás había subestimado la agilidad de éste. Lo peor es que a éste ni le había parecido afectar la explosión, ni lo más mínimo. Al grito de "te tengo" se afianzó al Inuzuka como si no hubiese un mañana.
«¡Mierda, mierda, mierda! ¡seguro que me paraliza con su mierda rara esa! ¡mierda!»
Sin pensarlo demasiado, tomó aire y se agazapó un poco. En el mismo movimiento, clavaría su codo izquierdo en el costado del clon, y terminaría por intentar proyectarlo con un movimiento casi sacado del clásico Judo. Con o sin demasiado efecto, lo mas propicio sería mantener ahora él las distancias, aún le daba vueltas la cabeza, ese sonido había sido demoledor.
«¡Mierda!»
Tan pronto como lo vio, reaccionó aunque seguramente tarde. Trató de cubrirse al menos el rostro de la explosión, antecruzando ambas manos a sí mismo. Esperaba una gran explosión, pero se equivocó. Pese a que esperaba una gran explosión y llamarada, tan solo quedó lo primero. Un gran estruendo lo ensordeció de manera brusca, obligando no solo a detener la carrera, si no a llevar ambas manos hacia sus oídos.
—¡Coño! —maldijo la explosión, a su manera.
Antes de que pudiese recuperarse, tuvo encima suya al clon de Datsue. No sabía porqué, pero había sido aún mas rápido que él. Quizás había subestimado la agilidad de éste. Lo peor es que a éste ni le había parecido afectar la explosión, ni lo más mínimo. Al grito de "te tengo" se afianzó al Inuzuka como si no hubiese un mañana.
«¡Mierda, mierda, mierda! ¡seguro que me paraliza con su mierda rara esa! ¡mierda!»
Sin pensarlo demasiado, tomó aire y se agazapó un poco. En el mismo movimiento, clavaría su codo izquierdo en el costado del clon, y terminaría por intentar proyectarlo con un movimiento casi sacado del clásico Judo. Con o sin demasiado efecto, lo mas propicio sería mantener ahora él las distancias, aún le daba vueltas la cabeza, ese sonido había sido demoledor.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~