11/06/2018, 20:55
(Última modificación: 11/06/2018, 20:56 por Inuzuka Etsu.)
Datsue, expectante de su propia y elaborada estrategia, mantuvo en todo momento las distancias. No fue si no mas que cauteloso, a sabiendas de lo que estaba a punto de suceder. Conforme el de orbes verdosos hincó el codo en el oponente que se le echaba en lo alto, éste se desinfló como un globo de feria. Eso si, como un puto globo de feria cargado de dinamita o algún tipo de explosivo...
¡BoooOOOOOOM!
Con el mismo efecto de la explosión, Etsu salió disparado hacia delante. No fue una explosión de las mas grandes que había podido presenciar, pero tampoco había sido moco de pavo. El chico tomó suelo, y arrastró por el mismo casi un metro, en una descontrolada e inesperada sacudida.
—La madre que me... trajo... —apenas pudo blasfemar, teniendo que escupir hacia un lado un poco de sangre.
Entre tanto, Datsie no hizo mas que celebrarlo. Estaba contento, eufórico quizás...
«Maldita sea... éste tipo es bueno usando ninjutsu... usa clones con bombas, puede paralizar, es bueno manteniendo las distancias... es realmente peligroso...»
El Inuzuka se levantó de nuevo, dolorido, y notablemente lo hacía visible. Sin embargo, sonrió. Ante las situaciones difíciles, eso era lo que siempre acostumbraba a hacer. Sin demora, aunque aún dolorido, encogió los hombros y terminó por estirarlos, buscando con ello estirar un poco la quemada piel de la espalda. No pudo esconder el gesto de daño, pero eso no hacía mas que engrandecer su sonrisa.
—Muy buen truco ese...
Sin palabra en exceso, alzó de nuevo la guardia, totalmente preparado para volver a la acometida.
¡BoooOOOOOOM!
Con el mismo efecto de la explosión, Etsu salió disparado hacia delante. No fue una explosión de las mas grandes que había podido presenciar, pero tampoco había sido moco de pavo. El chico tomó suelo, y arrastró por el mismo casi un metro, en una descontrolada e inesperada sacudida.
—La madre que me... trajo... —apenas pudo blasfemar, teniendo que escupir hacia un lado un poco de sangre.
Entre tanto, Datsie no hizo mas que celebrarlo. Estaba contento, eufórico quizás...
«Maldita sea... éste tipo es bueno usando ninjutsu... usa clones con bombas, puede paralizar, es bueno manteniendo las distancias... es realmente peligroso...»
El Inuzuka se levantó de nuevo, dolorido, y notablemente lo hacía visible. Sin embargo, sonrió. Ante las situaciones difíciles, eso era lo que siempre acostumbraba a hacer. Sin demora, aunque aún dolorido, encogió los hombros y terminó por estirarlos, buscando con ello estirar un poco la quemada piel de la espalda. No pudo esconder el gesto de daño, pero eso no hacía mas que engrandecer su sonrisa.
—Muy buen truco ese...
Sin palabra en exceso, alzó de nuevo la guardia, totalmente preparado para volver a la acometida.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~