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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#3
Akame movió la cabeza rápidamente para rastrear con su mirada el panorama, en busca del emisor de aquel silbido. Lo halló sobre la noble testa de uno de los tres grandes ninjas que habían salvado Oonindo de la destrucción hacía más de doscientos años, y que habían sido inmortalizados en forma de estatuas por su proeza. Un reconocimiento vago, a ojos de Akame, por haber sacado al mundo del abismo del caos. Pero así funcionaban esas cosas.

Una figura solitaria y encapada le había saludado —a su manera— desde allí. El Uchiha estuvo tentado de gritarle "ven tú, que es el mismo camino" a su compadre, pero al final la urgencia que sentía por aclarar los motivos que habían llevado a Datsue a citarle en tan emblemático lugar pudo más que sus ganas de hacerle rabiar. Con movimientos ágiles, Akame se desplazó de salto en salto por la pared del acantilado hasta terminar aterrizando sobre la cabeza de Sumizu Kouta, junto a Datsue.

¿Datsue-kun? ¿Qué significa esto? —cuestionó, nada más llegar junto al muchacho—. He escuchado que en la Aldea alguien ha atacado el Edificio del Uzukage. Luego otra persona me ha dicho que se trataba de un simple accidente. Alguna cañería rota, dicen.

Los ojos del Uchiha se habían vuelto rojos un momento, el suficiente para darle un buen vistazo a aquel tipo y reconocer que, en efecto, se trataba de Datsue. Ahora ya recuperaban su azabache habitual.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

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Mensajes en este tema
RE: Hombre de ciencia, Hombre de fe - por Uchiha Akame - 13/06/2018, 16:22


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