1/07/2018, 01:54
Datsue pilló al vuelo el pergamino, y tras ello le echó un breve vistazo. Alegó que el dueño de ese pergamino no era mas que un chapuzas, un novato que aspiraba demasiado alto. Sin duda alguna, eso casi sonó a un nuevo golpe. Pero hubo de dejarlo estar. No estaba la cosa como para pegarle un puñetazo en plena jeta, al menos no por el momento.
El Uchiha, tras analizarlo brevemente, determinó que dentro de éste había un objeto o una técnica. Eso sonaba ridículo, el Inuzuka no entendía de qué leches estaba hablando su antagonista. El chico estampó el pergamino totalmente desplegado contra el suelo, y comenzó a realizar una realmente extendida serie de sellos. La complejidad de la técnica que estaba realizando parecía abrumadora, jamás había visto tanto espectáculo para algo. Sin mas, concluyó dando un golpe en el pergamino, y éste brilló por un instante.
Los ojos del Inuzuka quedaron abiertos como platos al ver que del pergamino había surgido una bolsa. No por el contenido de la misma, si no por la manera en que ésta había aparecido. Obviamente, tampoco pudo dejar de lado el contenido de la misma... ni él ni su antagonista.
—¿Qué cojones... ? —al igual que Datsue, no pudo evitar preguntarse lo mismo.
Lanzó su dedo acusador hacia la bolsa de setas, tambaleandolo levemente en la dirección a la misma. La miraba con la ceja arqueada, y volvió la mirada al chico. Volvió la mirada a las setas, y al chico. De nuevo lo hizo, y terminó por acentuar aún mas su mueca de no comprender nada.
—No jodas... —acertó a decir, al fin —esas setas... seguro que no son cosa buena...
¿Qué mas decir? Esas setas, y mas con el dibujo que llevaba el pergamino... no, no podían significar nada bueno.
El Uchiha, tras analizarlo brevemente, determinó que dentro de éste había un objeto o una técnica. Eso sonaba ridículo, el Inuzuka no entendía de qué leches estaba hablando su antagonista. El chico estampó el pergamino totalmente desplegado contra el suelo, y comenzó a realizar una realmente extendida serie de sellos. La complejidad de la técnica que estaba realizando parecía abrumadora, jamás había visto tanto espectáculo para algo. Sin mas, concluyó dando un golpe en el pergamino, y éste brilló por un instante.
Los ojos del Inuzuka quedaron abiertos como platos al ver que del pergamino había surgido una bolsa. No por el contenido de la misma, si no por la manera en que ésta había aparecido. Obviamente, tampoco pudo dejar de lado el contenido de la misma... ni él ni su antagonista.
—¿Qué cojones... ? —al igual que Datsue, no pudo evitar preguntarse lo mismo.
Lanzó su dedo acusador hacia la bolsa de setas, tambaleandolo levemente en la dirección a la misma. La miraba con la ceja arqueada, y volvió la mirada al chico. Volvió la mirada a las setas, y al chico. De nuevo lo hizo, y terminó por acentuar aún mas su mueca de no comprender nada.
—No jodas... —acertó a decir, al fin —esas setas... seguro que no son cosa buena...
¿Qué mas decir? Esas setas, y mas con el dibujo que llevaba el pergamino... no, no podían significar nada bueno.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~