3/07/2018, 17:15
(Última modificación: 4/07/2018, 16:08 por Uchiha Akame.)
Por un momento, Akame creyó que la jugada le había salido bien. Todo apuntaba a ello; Datsue estaba atrapado por uno de los Kage Bunshin, el otro se encontraba ciertamente lejos de él y el ataque sorpresa les había cogido a ambos por el flanco. Sin embargo, pese a estar parcialmente bajo la influencia de una bestia furiosa, Datsue seguía siendo Datsue —un combatiente formidable—. Su Clon de Sombras realizó un movimiento instantáneo, placando al Kage Bunshin de Akame que agarraba al verdadero Datsue y dándole a éste lo único que necesitaba...
Un segundo.
La furia del fuego y el viento se desató sobre la cabeza de Sumizu Kouta, arrasándolo todo y dejando la propia piedra ennegrecida por las voraces llamas. Sin embargo, cuando un momento después todo se disipó, los dos Akames restantes pudieron ver que en el lugar en el que había estado su rival ahora sólo había un pedazo de hierro negro y retorcido, que se desvaneció con un "puf". El verdadero Akame se llevó una píldora a la boca.
El sonido de unos pasos sobre la piedra que se acercaban por su flanco derecho los alertó. Datsue acababa de ascender por la cabeza del Arashikage, lanzándoles un total de tres shuriken. Sin embargo, Akame ya había reconocido el reemplazo de su rival; era la espada de uno de sus Kage Bunshin, que había caído al lago. «Este es un clon», razonó sin demora. Ambos Akames sacaron los kunais ocultos que llevaban bajo su manga derecha y desviaron los proyectiles con movimientos precisos. Luego los lanzaron contra el Kage Bunshin de Datsue; primero el Kage Bunshin de Akame, y luego el verdadero —que había apuntado a donde fuera a moverse el objetivo para esquivar el primer proyectil—.
Si la copia de Datsue todavía seguía en pie, los Akames se lanzarían al ataque contra ella desenvainando sus espadas. Tratarían de flanquear al Clon de Sombras enemigo, uno por cada lado, para descargar dos tajos de katana sincronizados y en sucesión de dos y dos; la estrategia era similar a la que habían seguido con el lanzamiento de kunais. Primero uno de los Akames lanzaría un tajo, y entonces el otro calcularía con el Sharingan hacia dónde debía dirigir el inmediatamente siguiente para dificultar su esquive.
Entonces, un rayo volvió a quebrar el cielo, y su trueno llegó acompañado de otro rugido aun más terrible.
«Datsue-kun... ¿Qué demonios estás haciendo?»
Un segundo.
La furia del fuego y el viento se desató sobre la cabeza de Sumizu Kouta, arrasándolo todo y dejando la propia piedra ennegrecida por las voraces llamas. Sin embargo, cuando un momento después todo se disipó, los dos Akames restantes pudieron ver que en el lugar en el que había estado su rival ahora sólo había un pedazo de hierro negro y retorcido, que se desvaneció con un "puf". El verdadero Akame se llevó una píldora a la boca.
El sonido de unos pasos sobre la piedra que se acercaban por su flanco derecho los alertó. Datsue acababa de ascender por la cabeza del Arashikage, lanzándoles un total de tres shuriken. Sin embargo, Akame ya había reconocido el reemplazo de su rival; era la espada de uno de sus Kage Bunshin, que había caído al lago. «Este es un clon», razonó sin demora. Ambos Akames sacaron los kunais ocultos que llevaban bajo su manga derecha y desviaron los proyectiles con movimientos precisos. Luego los lanzaron contra el Kage Bunshin de Datsue; primero el Kage Bunshin de Akame, y luego el verdadero —que había apuntado a donde fuera a moverse el objetivo para esquivar el primer proyectil—.
Si la copia de Datsue todavía seguía en pie, los Akames se lanzarían al ataque contra ella desenvainando sus espadas. Tratarían de flanquear al Clon de Sombras enemigo, uno por cada lado, para descargar dos tajos de katana sincronizados y en sucesión de dos y dos; la estrategia era similar a la que habían seguido con el lanzamiento de kunais. Primero uno de los Akames lanzaría un tajo, y entonces el otro calcularía con el Sharingan hacia dónde debía dirigir el inmediatamente siguiente para dificultar su esquive.
Entonces, un rayo volvió a quebrar el cielo, y su trueno llegó acompañado de otro rugido aun más terrible.
«Datsue-kun... ¿Qué demonios estás haciendo?»