15/07/2018, 21:20
(Última modificación: 15/07/2018, 22:14 por Uchiha Akame.
Razón: Calculé mal el CK xd
)
Una figura solitaria descendió, saltando por la pared rocosa de la estatua del Arashikage, hasta aterrizar por fin sobre la agitada superficie del lago. Akame alzó la mirada y desafió sin miramientos a aquella bestia, mitad hombre mitad demonio; el chakra del Ichibi supuraba como un humor maligno por la piel de Datsue, confiriéndole una apariencia ciertamente aterradora. Su voz se había fundido ya con el grito ronco de Shukaku en una única tonada llena de odio, y sus ojos eran los de un depredador a punto de saltar sobre su presa. Al joven jōnin le temblaban ligeramente las piernas.
«No, no es un monstruo. Es Datsue-kun. Es mi compadre», tuvo que recordarse, y con renovada firmeza avanzó dos pasos hacia su enemigo. Ahora se encontraban a unos ocho metros, Akame cerca del pie de la estatua de Kouta, Datsue más alejado.
—Mírate, ¡mírate! —exclamó el Uchiha—. Recurrir al poder de ese monstruo porque no tienes lo que hay que tener para medirte a mí de igual a igual... ¡Qué vergüenza, Datsue-kun! ¡Hoy me has decepcionado mucho! —desafió sin miramientos—. ¡Y me llamas cobarde, qué vergüenza tan grande siento por ti!
«No, no es un monstruo. Es Datsue-kun. Es mi compadre», tuvo que recordarse, y con renovada firmeza avanzó dos pasos hacia su enemigo. Ahora se encontraban a unos ocho metros, Akame cerca del pie de la estatua de Kouta, Datsue más alejado.
—Mírate, ¡mírate! —exclamó el Uchiha—. Recurrir al poder de ese monstruo porque no tienes lo que hay que tener para medirte a mí de igual a igual... ¡Qué vergüenza, Datsue-kun! ¡Hoy me has decepcionado mucho! —desafió sin miramientos—. ¡Y me llamas cobarde, qué vergüenza tan grande siento por ti!