15/07/2018, 22:14
(Última modificación: 15/07/2018, 22:15 por Uchiha Akame.)
Ahí estaba. Akame lo había visto. Un detalle minúsculo, pequeño, casi insignificante; pero que estaba ahí, y que había brillado como una lucecita solitaria durante un instante.
Datsue era bueno escondiendo sus emociones, se le daba igual de bien que manipular las de los demás. Pero en aquel momento no era él; no enteramente al menos. Y aunque había ganado otras capacidades, Akame se había dado cuenta de que también perdía otras. Aquella simple provocación no hubiese hecho mella en su Hermano en circunstancias normales, pero en ese momento...
«Te tengo, hijo de una hiena.»
El jōnin avanzó otro paso, desafiante.
—¿Y cómo vas a ser más poderoso que todos ellos si ni siquiera eres más fuerte que yo? —provocó de nuevo Akame—. ¿Encaja en tus planes convertirte en el amo de llaves del Ichibi?
Otro paso. No tenía mucho tiempo; había que darse prisa.
—¡No, Datsue-kun! ¡Tu camino está torcido! —replicó el Uchiha—. Pero no te preocupes... Voy a enderezarlo, ¡a hostias!
«Vamos... Vamos... Ven con papá...»
Datsue era bueno escondiendo sus emociones, se le daba igual de bien que manipular las de los demás. Pero en aquel momento no era él; no enteramente al menos. Y aunque había ganado otras capacidades, Akame se había dado cuenta de que también perdía otras. Aquella simple provocación no hubiese hecho mella en su Hermano en circunstancias normales, pero en ese momento...
«Te tengo, hijo de una hiena.»
El jōnin avanzó otro paso, desafiante.
—¿Y cómo vas a ser más poderoso que todos ellos si ni siquiera eres más fuerte que yo? —provocó de nuevo Akame—. ¿Encaja en tus planes convertirte en el amo de llaves del Ichibi?
Otro paso. No tenía mucho tiempo; había que darse prisa.
—¡No, Datsue-kun! ¡Tu camino está torcido! —replicó el Uchiha—. Pero no te preocupes... Voy a enderezarlo, ¡a hostias!
«Vamos... Vamos... Ven con papá...»