Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#3
Los pies de Daruu se toparon con la ardiente arena de una de las playas de Uzushiogakure.

—¡Ay! ¡Ay, ay, ay! ¡Ayayayayayay! —Saltó cambiando el peso del cuerpo de un pie a otro, y se acercó corriendo de esta forma tan humillante a un lugar más cercano al agua, donde la tierra estaba húmeda y por tanto más fresca. El muchacho hundió los dos pies en la arena y puso cara de bobalicón mientras suspiraba de alivio.

Ni siquiera se había dado cuenta de la ropa que, a unos metros de él, aguardaba a su dueña bajo una roca, protegiéndose del viento.

Daruu miró hacia un lado, y hacia otro. Se sentía estúpido, allí todo blanco y pálido él, vestido con un bañador mitad verde y mitad azul. Extendió su toalla, una negra con estampados de trozos de pizza que le había parecido extremadamente graciosa y que había comprado por el paseo de una zona comercial de la propia villa. Claro que, también le había dado hambre. Por eso se había comprado dos trozos de una pizza de verdad y los había engullido, también.

Se sentó en la toalla y contempló el bravo oleaje, allá al horizonte.

«Me bañaría, pero tengo que hacer la digestión» —asintió para sí mismo, y se recostó sobre la toalla.

...y pasaron los minutos...





Antes de que se diera cuenta, Daruu parecía un cangrejo, de lo rojo que estaba. Su piel paliducha de amejin no había resistido los rayos uva.
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
Responder


Mensajes en este tema
RE: Un atardecer en la costa del Remolino - por Amedama Daruu - 4/08/2018, 12:02


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.