9/08/2018, 17:13
La combinación de técnicas de Akame sacudió el Valle del Fin como si de uno de los feroces rayos que caían aquí y allá, producto de la tormenta, se tratase. Producto del violento impacto y del jutsu Suiton, el agua saltó en todas direcciones, fundiéndose con la intensa lluvía y salpicando al jōnin, que se cubrió el rostro con una mano para que ninguna gota traicionera se le colase en los ojos.
Luego, un efímero momento de paz.
«¿Le he dado?»
Akame habría jurado que toda su estrategia había salido a pedir de boca, pero con Datsue nunca se sabía. El joven Uchiha se despegó de la superficie de la estatua y, con un salto, aterrizó en las turbulentas aguas del lago. La tormenta aumentaba en violencia por momentos, y varios rayos hendieron el cielo nocturno, seguidos de sendos truenos que retumbaron en todo el lugar.
Cauto, el Uchiha se acercó a donde sus técnicas habían impactado —supuestamente— al descontrolado Hermano del Desierto. Entonces empezó a notar la superficie del lago vibrando bajo sus pies.
—¿Qué demonios...?
Luego, un efímero momento de paz.
«¿Le he dado?»
Akame habría jurado que toda su estrategia había salido a pedir de boca, pero con Datsue nunca se sabía. El joven Uchiha se despegó de la superficie de la estatua y, con un salto, aterrizó en las turbulentas aguas del lago. La tormenta aumentaba en violencia por momentos, y varios rayos hendieron el cielo nocturno, seguidos de sendos truenos que retumbaron en todo el lugar.
Cauto, el Uchiha se acercó a donde sus técnicas habían impactado —supuestamente— al descontrolado Hermano del Desierto. Entonces empezó a notar la superficie del lago vibrando bajo sus pies.
—¿Qué demonios...?