3/09/2018, 01:30
El rastas consiguió con su comentario hasta que la chica comenzase a reír. Sin embargo, a Akane no le pareció oportuno morderla también. La confianza da asco en ocasiones...
Al fin, estaban listos para partir. Lo informó a la pelirroja, y casi comienza a andar, pero la chica quedó un poco impactada. De hecho, preguntó si de verdad podía andar con ese bocado. Hasta lo señaló. El Inuzuka miró el susodicho mordisco del can, pero los dientes apenas estaban marcados. Obviamente, había sido como el típico puñetazo que te daría un amigo en el hombro, pero pasado de can a humano... pues era un poco mas... así.
Mordisco.
Etsu afirmó con un gesto rotundo de cabeza —claro, solo ha sido un bocado. Unas veces me toca a mi, otras le toca a él... tampoco es que lo haga con maldad. Es tan solo un "no te pases, tío".
El can sin embargo, aún parecía un poco mosqueado. Aún mantenía el gesto de indignación. Sin duda alguna, era mas expresivo que una persona, y eso que no sabía hablar el idioma.
—Podemos continuar, tranquila. Ya se le pasará en un ratillo.
Con las mismas, comenzó a caminar, ajeno de preocupación alguna. En su rostro, una cordial sonrisa, algo más que típico en él.
Al fin, estaban listos para partir. Lo informó a la pelirroja, y casi comienza a andar, pero la chica quedó un poco impactada. De hecho, preguntó si de verdad podía andar con ese bocado. Hasta lo señaló. El Inuzuka miró el susodicho mordisco del can, pero los dientes apenas estaban marcados. Obviamente, había sido como el típico puñetazo que te daría un amigo en el hombro, pero pasado de can a humano... pues era un poco mas... así.
Mordisco.
Etsu afirmó con un gesto rotundo de cabeza —claro, solo ha sido un bocado. Unas veces me toca a mi, otras le toca a él... tampoco es que lo haga con maldad. Es tan solo un "no te pases, tío".
El can sin embargo, aún parecía un poco mosqueado. Aún mantenía el gesto de indignación. Sin duda alguna, era mas expresivo que una persona, y eso que no sabía hablar el idioma.
—Podemos continuar, tranquila. Ya se le pasará en un ratillo.
Con las mismas, comenzó a caminar, ajeno de preocupación alguna. En su rostro, una cordial sonrisa, algo más que típico en él.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~