15/09/2015, 18:54
Blame parecía tener algunas ideas en mente, y Ayame no pudo evitar mirarle de reojo con cierto recelo. NI siquiera estaba segura de si debía preguntarle, después de la primera impresión que le había causado la primera vez que se había dignado a dirigirse a ella. Pero finalmente la curiosidad pudo con ella.
—¿Tiene que ver con bombas de humo? ¿O se te ha ocurrido algo más? —cuestionó, con un ligero escalofrío—. En realidad, es posible que yo misma pudiera pasar a través de todas esas personas sin problemas pero... no sin levantar un buen alboroto. Y finalmente nos detendrían los guardias de la entrada y no nos dejarían pasar...
Aquello era un verdadero dilema. Un acertijo que no sabía cómo solventar. Tenía que encontrar a sus familiares, pero no tenía modo de contactar con ellos ni de entrar en aquel condenado castillo sin llamar excesivamente la atención ni tener que esperar varias horas de caótica cola.
—Puede que sea mejor que los espere aquí fuera... Tarde o temprano tendrán que salir... —suspiró, resignada. Se iba a quedar sin poder ver el museo de armas.
¡Con la ilusión que le hacía ver todos aquellos artefactos!