10/09/2018, 19:19
—Por los Dioses, Eri, tengo una reputación que mantener
Hizo un sonido extraño y luego rodó los ojos. Una reputación que mantener mientras eres incapaz de moverte ni para comer un simple bollo que te morías por probar, o eso decían sus tripas. Y no les faltaba razón, pues después de comer un bocado, le recordó cuanto quería a la kunoichi solo por ser su contrabandista de comida no permitida.
—Termínatelo antes de que venga alguien —le comentó con una sonrisa.
Pero recordaron algo muy grave, algo que sí era pecado. ¡Abandonar a Datsuse!
—¡Oye! ¿Y Datsuse? ¡Lo he dejado solo!
—No me jorobes... —protestó ella, negando con la cabeza—. ¿Cuánto llevas aquí? ¡La madre que te...! —aguantó una maldición y luego suspiró, serenándose—. Es igual, dame tus llaves, yo me encargaré hasta que salgas de aquí...
«Descuidado...»
Hizo un sonido extraño y luego rodó los ojos. Una reputación que mantener mientras eres incapaz de moverte ni para comer un simple bollo que te morías por probar, o eso decían sus tripas. Y no les faltaba razón, pues después de comer un bocado, le recordó cuanto quería a la kunoichi solo por ser su contrabandista de comida no permitida.
—Termínatelo antes de que venga alguien —le comentó con una sonrisa.
Pero recordaron algo muy grave, algo que sí era pecado. ¡Abandonar a Datsuse!
—¡Oye! ¿Y Datsuse? ¡Lo he dejado solo!
—No me jorobes... —protestó ella, negando con la cabeza—. ¿Cuánto llevas aquí? ¡La madre que te...! —aguantó una maldición y luego suspiró, serenándose—. Es igual, dame tus llaves, yo me encargaré hasta que salgas de aquí...
«Descuidado...»