11/09/2018, 17:19
Otro error más que añadir a la lista. Si hubiese contado a Hanabi lo de Aiko, quizá podría haber ayudado. Lo dijo con tanta naturalidad que hasta le dolió. Le dolió que a él ni se le hubiese pasado por la cabeza comentárselo. Le dolió que hubiese pensado que, de hacerlo, le hubiese pedido que la olvidase. Que no merecía la pena. Que él era un ninja y ella, una extranjera. Un imposible. Tal y como había hecho su Hermano con él.
Y esa era una de las razones por la que se abría ahora. Porque sabía que, con sus continuos secretos y mentiras, no iba a ningún lado. Menos con los de su propia Villa. Su familia.
Fue ahí cuando llegó la sorpresa. Datsue parpadeó varias veces al ver la placa plateada en la mano de Hanabi. La vista se le empañó. Después de todo lo que había hecho…
… No le salieron las palabras. A veces, una simple mirada transmitía más agradecimiento que cualquier cosa que se pudiese decir. Esperaba que aquel fuese el caso, porque su voz continuó negándose a salir.
—Ahora, si tienes algún secreto más que contarme, aquí estoy. Cualquier cosa que necesites decirme, la escucharé, para que luego no me digas que os ignoro. Sino, puedes decir a Akame que pase y esperar fuera.
Carraspeó. Lo cierto era que tenía alguna que otra cosa que contarle, sí.
—Pues… hay un par de cosillas que querría comentarle, sí. —¿Por cuál empezar? «Por la más urgente»—. Ese día que me encontré con Ayame, también vi a Daruu, el chico que Akame esposó —empezó a explicarse—. Le conté lo de Aiko y prometió ayudarme, mediando con Yui para intentar que le levantasen el castigo. —Promesa que, tras lo ocurrido, debía de estar en el fondo del mar. Como Aiko—. Imagino que trató de hacerlo y que Shanise se enteró de la traición de Keisuke por eso. Keisuke, el Genin que me reveló lo de Aiko —le informó—. Y el mismo al que Shanise ordenó matar en medio del estadio, no sé si con éxito o no.
Su mente pareció irse muy lejos de allí por un instante. Se recompuso.
—El caso es, Hanabi-sama, que ese día descubrí un poder increíble de Daruu. Casi inimaginable. —De no ser porque Akame tenía uno muy parecido—. Verá, no sé cómo, pero tras formar unos sellos es capaz de teletransportarse. Es más, a mí me teletransportó junto a él a una zona lluviosa, y luego…
»Al mismísimo puerto de nuestra Villa. Al embarcadero, Hanabi-sama —aseveró con preocupación—. Tan fácil como formar cinco o seis sellos y, ¡pum!, aquí estábamos.
Era una brecha en la seguridad terrible. Imperdonable, incluso si el Tratado de Paz no se hubiese ido al garete.
Y esa era una de las razones por la que se abría ahora. Porque sabía que, con sus continuos secretos y mentiras, no iba a ningún lado. Menos con los de su propia Villa. Su familia.
Fue ahí cuando llegó la sorpresa. Datsue parpadeó varias veces al ver la placa plateada en la mano de Hanabi. La vista se le empañó. Después de todo lo que había hecho…
… No le salieron las palabras. A veces, una simple mirada transmitía más agradecimiento que cualquier cosa que se pudiese decir. Esperaba que aquel fuese el caso, porque su voz continuó negándose a salir.
—Ahora, si tienes algún secreto más que contarme, aquí estoy. Cualquier cosa que necesites decirme, la escucharé, para que luego no me digas que os ignoro. Sino, puedes decir a Akame que pase y esperar fuera.
Carraspeó. Lo cierto era que tenía alguna que otra cosa que contarle, sí.
—Pues… hay un par de cosillas que querría comentarle, sí. —¿Por cuál empezar? «Por la más urgente»—. Ese día que me encontré con Ayame, también vi a Daruu, el chico que Akame esposó —empezó a explicarse—. Le conté lo de Aiko y prometió ayudarme, mediando con Yui para intentar que le levantasen el castigo. —Promesa que, tras lo ocurrido, debía de estar en el fondo del mar. Como Aiko—. Imagino que trató de hacerlo y que Shanise se enteró de la traición de Keisuke por eso. Keisuke, el Genin que me reveló lo de Aiko —le informó—. Y el mismo al que Shanise ordenó matar en medio del estadio, no sé si con éxito o no.
Su mente pareció irse muy lejos de allí por un instante. Se recompuso.
—El caso es, Hanabi-sama, que ese día descubrí un poder increíble de Daruu. Casi inimaginable. —De no ser porque Akame tenía uno muy parecido—. Verá, no sé cómo, pero tras formar unos sellos es capaz de teletransportarse. Es más, a mí me teletransportó junto a él a una zona lluviosa, y luego…
»Al mismísimo puerto de nuestra Villa. Al embarcadero, Hanabi-sama —aseveró con preocupación—. Tan fácil como formar cinco o seis sellos y, ¡pum!, aquí estábamos.
Era una brecha en la seguridad terrible. Imperdonable, incluso si el Tratado de Paz no se hubiese ido al garete.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado