12/09/2018, 16:03
—¿De qué quería hablar, Hanabi-sama? ¿Qué ocurre con Datsue?
Hanabi se detuvo lentamente, para después mirar a Akame como si le acabase de preguntar algo terriblemente enrevesado. No tardó en hallar la respuesta que andaba buscando en su cabeza.
— Verás, Akame, parece que tanto tú como Datsue me ocultáis más secretos de los que siquiera puedo imaginar. El mismo día que descubro que uno de vosotros se puede desvanecer con tres personas más, el otro me dice que ha sido testigo de como un amejin aparecía mágicamente en el puerto. Esto es, sin duda, intrigante.
Al Uzukage se lo estaba comiendo lentamente el estrés y todos los cabos sueltos que no dejaban de tirarle encima los Hermanos del Desierto. Aún había muchas cosas que no encajaban, explicaciones por dar, y ya tenían una buena brecha de seguridad en la villa, sabía que no quería escuchar más malas noticias, pero tenía que exigir esas explicaciones.
— Supongo que entenderás que quiera tener todos los detalles sobre ese jutsu tuyo.
Aquello no era una orden, sino una cordial invitación a que el jounin se explicase antes de tener que ordenarselo.
Hanabi se detuvo lentamente, para después mirar a Akame como si le acabase de preguntar algo terriblemente enrevesado. No tardó en hallar la respuesta que andaba buscando en su cabeza.
— Verás, Akame, parece que tanto tú como Datsue me ocultáis más secretos de los que siquiera puedo imaginar. El mismo día que descubro que uno de vosotros se puede desvanecer con tres personas más, el otro me dice que ha sido testigo de como un amejin aparecía mágicamente en el puerto. Esto es, sin duda, intrigante.
Al Uzukage se lo estaba comiendo lentamente el estrés y todos los cabos sueltos que no dejaban de tirarle encima los Hermanos del Desierto. Aún había muchas cosas que no encajaban, explicaciones por dar, y ya tenían una buena brecha de seguridad en la villa, sabía que no quería escuchar más malas noticias, pero tenía que exigir esas explicaciones.
— Supongo que entenderás que quiera tener todos los detalles sobre ese jutsu tuyo.
Aquello no era una orden, sino una cordial invitación a que el jounin se explicase antes de tener que ordenarselo.