12/09/2018, 20:56
—Vendido... la pata... ¡¿Cómo que la han vendido?! ¡¿PARA QUÉ SE SUPONE QUE OS HE CONTRATADO ENTONCES?!
Había una cosa que le hacía gracia de las reprimendas, y era que si la persona que había fallado, que está triste y bastante decaído ya por haber incumplido con su cometido, tiene que aguantar que otro te diga lo mal que lo has hecho y lo horrible que ha sido tu desempeño en la misión cuando ya lo sabes, todavía tenía que aguantar el sermón.
Eri simplemente se calló, incapaz de soltar un buen argumento a su favor. Sabía que habían fallado, que no habían llegado a tiempo, y había fallado como kunoichi en aquel lugar.
—¿Y el dinero? Habéis dicho que dejó el dinero atrás, ¿no? Imagino que eso sí lo tendréis. ¡Quiero mi compensación!
— Como ya he dicho, señor, cualquier cosa, comuníqueselo a la villa, nosotros no tenemos ningún tipo de autoridad.
Ahogó un suspiro, y, antes de que Nabi arrastrase a la muchacha fuera de aquel lugar, se giró a Tono e hizo una reverencia.
—Sentimos mucho haber realizado tan desastrosamente esta misión y no haber logrado conseguir la compensación por el robo y la venta de un objeto de su propiedad, comprendemos que es un fallo que acarrearemos por el resto de nuestras vidas... —seguía mirando al suelo, sin moverse—. Mi compañero tiene razón, mas aquí no podemos hacer más de lo que hemos hecho, lo sentimos mucho.
Se levantó y rehuyó la mirada del hombre que probablemente comenzaría a echar fuego por la boca en cualquier momento y se dejó llevar por Nabi.
Había una cosa que le hacía gracia de las reprimendas, y era que si la persona que había fallado, que está triste y bastante decaído ya por haber incumplido con su cometido, tiene que aguantar que otro te diga lo mal que lo has hecho y lo horrible que ha sido tu desempeño en la misión cuando ya lo sabes, todavía tenía que aguantar el sermón.
Eri simplemente se calló, incapaz de soltar un buen argumento a su favor. Sabía que habían fallado, que no habían llegado a tiempo, y había fallado como kunoichi en aquel lugar.
—¿Y el dinero? Habéis dicho que dejó el dinero atrás, ¿no? Imagino que eso sí lo tendréis. ¡Quiero mi compensación!
— Como ya he dicho, señor, cualquier cosa, comuníqueselo a la villa, nosotros no tenemos ningún tipo de autoridad.
Ahogó un suspiro, y, antes de que Nabi arrastrase a la muchacha fuera de aquel lugar, se giró a Tono e hizo una reverencia.
—Sentimos mucho haber realizado tan desastrosamente esta misión y no haber logrado conseguir la compensación por el robo y la venta de un objeto de su propiedad, comprendemos que es un fallo que acarrearemos por el resto de nuestras vidas... —seguía mirando al suelo, sin moverse—. Mi compañero tiene razón, mas aquí no podemos hacer más de lo que hemos hecho, lo sentimos mucho.
Se levantó y rehuyó la mirada del hombre que probablemente comenzaría a echar fuego por la boca en cualquier momento y se dejó llevar por Nabi.