13/09/2018, 18:11
— Entiendo tu precaución, Akame, a pesar de que no le registraras por si llevaba armas, un error que te podría haber costado la vida. Confío en tu palabra y fui testigo de la actitud del muchacho, tan mal hablado e histérico como su kage. Supongo que en cuanto pise Amegakure recibirá los más altos honores por parte de Yui.
Volvió a masajearse los ojos, el cansancio empezaba a pasarle mucho más factura de la que podía posponer para final de mes. La cabeza empezaba a embotellarsele de tanta información nueva que intentaba procesar, el día no había sido nada fácil.
— Voy a intentar ser breve porque me estoy alargando demasiado. Lo que quería preguntarte es ¿crees que el amejin podría usar una técnica parecida a la tuya? Con alguna triquiñuela para poder usar vuestro Kekkei Genkai. Y una cosa que te quería pedir relacionada con Datsue.
Hizo una pequeña pausa, sabiendo que Akame y Datsue eran hermanos tenía que exponerlo de forma suave, que no sonase mal.
— Necesito que le eches un ojo. Creo sinceramente que ha madurado desde el último incidente, quiero confiar en que así ha sido. Su actuación en el examen ha sido ejemplar, se ha ganado el ascenso dignamente. Pero ese no es el problema, el problema es que la situación internacional está que echa chispas, y Datsue puede ser algo... intrépido. Puede que se cruce con un amejin o un kusajin y decida hacer de las suyas. Si eso pasa, quiero que le detengas, si puedes, o me informes, si ya es tarde.
»No por mi ni por la villa, sino por él. Sin duda alguna, una de sus jugarretas sería un desencadenante perfecto para una guerra a escala mundial y lo único que espero es que no os pille a ninguno de vosotros en el punto de mira. Y Datsue ya tiene sobre sí a Yui, media Amegakure y, por lo que pude ver, a una buena parte de Kusagakure.
A Hanabi le estaba costando horrores formularle esa petición a Akame.
— No voy a ordenarte algo así, y por Shiona-sama que espero que no haga falta que hagas nada, pero como Uzukage tengo la obligación de protegeros y sé que tú eres el que mejor puede proteger a Datsue.
Los había ascendido a ambos, de buena fe, y Datsue se la había jugado, semanas después tuvo que degradarlo, pidiéndole que recapacitase sobre sus actos, y Datsue se la había jugado, apenas días más tarde apareció descontrolado, dejando manco a uno de sus mejores shinobi y dejando en coma a otro, que además resultaba ser el otro jinchuriki. Con ese historial, se sentía en la necesidad de tomar todas las precauciones posibles.
Volvió a masajearse los ojos, el cansancio empezaba a pasarle mucho más factura de la que podía posponer para final de mes. La cabeza empezaba a embotellarsele de tanta información nueva que intentaba procesar, el día no había sido nada fácil.
— Voy a intentar ser breve porque me estoy alargando demasiado. Lo que quería preguntarte es ¿crees que el amejin podría usar una técnica parecida a la tuya? Con alguna triquiñuela para poder usar vuestro Kekkei Genkai. Y una cosa que te quería pedir relacionada con Datsue.
Hizo una pequeña pausa, sabiendo que Akame y Datsue eran hermanos tenía que exponerlo de forma suave, que no sonase mal.
— Necesito que le eches un ojo. Creo sinceramente que ha madurado desde el último incidente, quiero confiar en que así ha sido. Su actuación en el examen ha sido ejemplar, se ha ganado el ascenso dignamente. Pero ese no es el problema, el problema es que la situación internacional está que echa chispas, y Datsue puede ser algo... intrépido. Puede que se cruce con un amejin o un kusajin y decida hacer de las suyas. Si eso pasa, quiero que le detengas, si puedes, o me informes, si ya es tarde.
»No por mi ni por la villa, sino por él. Sin duda alguna, una de sus jugarretas sería un desencadenante perfecto para una guerra a escala mundial y lo único que espero es que no os pille a ninguno de vosotros en el punto de mira. Y Datsue ya tiene sobre sí a Yui, media Amegakure y, por lo que pude ver, a una buena parte de Kusagakure.
A Hanabi le estaba costando horrores formularle esa petición a Akame.
— No voy a ordenarte algo así, y por Shiona-sama que espero que no haga falta que hagas nada, pero como Uzukage tengo la obligación de protegeros y sé que tú eres el que mejor puede proteger a Datsue.
Los había ascendido a ambos, de buena fe, y Datsue se la había jugado, semanas después tuvo que degradarlo, pidiéndole que recapacitase sobre sus actos, y Datsue se la había jugado, apenas días más tarde apareció descontrolado, dejando manco a uno de sus mejores shinobi y dejando en coma a otro, que además resultaba ser el otro jinchuriki. Con ese historial, se sentía en la necesidad de tomar todas las precauciones posibles.