20/09/2018, 23:52
«¿La comida más importante del día?» Datsue asintió, ligeramente decepcionado por la respuesta. Con el compadreo que Hanabi estaba mostrando, se hubiese esperado una broma picante. La frase y la pregunta lo pedía a gritos. No obstante, pasó rápidamente a centrarse en la misión.
Observó el mapa que Hanabi colocó sobre el escritorio, conocido por todos. Él mismo había pedido a una enfermera que le trajesen uno para estudiarlo entre colocón y colocón de narcóticos.
Asintió, de acuerdo, ante la petición de ir de incógnitos. Tras todo lo que había sucedido, la cautela era obligatoria. Y, cuanto menos tiempo permaneciesen en tierra conflictiva, mejor que mejor.
—Como veis, no es nada del otro mundo, constará como una misión C en el País de la Tierra y la cobrareis como tal. ¿Alguna sugerencia? ¿Dato relevante que me haya dejado? ¿Dudas?
«¿Mil ryos? Solo… ¿mil ryos?» Se repuso de la momentánea decepción —aquella sí que la sintió, y no como la primera—, y volvió a centrarse.
—Respecto a la precisión de mi sello, la misma que la del ojo humano, señor —respondió. Y la precisión del ojo, ya se sabía, no era del todo exacta. Por eso, cuantos más puntos de referencia tomasen para trazar las líneas, mejor—. ¿Me permite una sugerencia? —preguntó, pidiéndole el lápiz—. Si le preocupa que crucemos las fronteras de la Lluvia, ¿por qué no tomar la primera medición en el Valle de los Dojos? Tampoco está a tantos kilómetros de distancia, y nos ahorraría cruzar la frontera —argumentó, trazando un círculo en el Valle de los Dojos—. Luego podríamos llegar a Notsuba por el País del Bosque. —Aunque la idea de meterse en territorio kusajin, visto lo visto en el examen, tampoco le agradaba demasiado—. Si tenemos suerte, y Amegakure se encuentra entre las Tierras de la Llovizna y las Llanuras de la Tempestad Eterna, creo que bastaría. Una última medición, sin embargo, en la Ribera del Norte, eliminaría con mucha probabilidad cualquier imprecisión —Datsue se había puesto la capa de ninja modelo y seguía explicándose, trazando círculos sobre los territorios que citaba—. Si, en cambio, se encuentra entre Las Llanuras de la Tempestad Eterna y Shinogi-to, una tercera medición en la Torre de Meditación, como usted bien dijo, sería preferible. Aunque lo ideal, he de decir, sería tomarla desde Shinogi-to misma. —Sus ojos pasaron ahora al Norte del país—. Si, en cambio, la Villa se encuentra más al Norte, entre Shinogi-to y las Tierras Nevadas… —torció el gesto—. Quizá necesitásemos una tercera medición, más al Norte todavía. —Pero al Norte solo había mar—. ¿Habría la posibilidad de ir en barco por la costa? —preguntó.
Observó el mapa que Hanabi colocó sobre el escritorio, conocido por todos. Él mismo había pedido a una enfermera que le trajesen uno para estudiarlo entre colocón y colocón de narcóticos.
Asintió, de acuerdo, ante la petición de ir de incógnitos. Tras todo lo que había sucedido, la cautela era obligatoria. Y, cuanto menos tiempo permaneciesen en tierra conflictiva, mejor que mejor.
—Como veis, no es nada del otro mundo, constará como una misión C en el País de la Tierra y la cobrareis como tal. ¿Alguna sugerencia? ¿Dato relevante que me haya dejado? ¿Dudas?
«¿Mil ryos? Solo… ¿mil ryos?» Se repuso de la momentánea decepción —aquella sí que la sintió, y no como la primera—, y volvió a centrarse.
—Respecto a la precisión de mi sello, la misma que la del ojo humano, señor —respondió. Y la precisión del ojo, ya se sabía, no era del todo exacta. Por eso, cuantos más puntos de referencia tomasen para trazar las líneas, mejor—. ¿Me permite una sugerencia? —preguntó, pidiéndole el lápiz—. Si le preocupa que crucemos las fronteras de la Lluvia, ¿por qué no tomar la primera medición en el Valle de los Dojos? Tampoco está a tantos kilómetros de distancia, y nos ahorraría cruzar la frontera —argumentó, trazando un círculo en el Valle de los Dojos—. Luego podríamos llegar a Notsuba por el País del Bosque. —Aunque la idea de meterse en territorio kusajin, visto lo visto en el examen, tampoco le agradaba demasiado—. Si tenemos suerte, y Amegakure se encuentra entre las Tierras de la Llovizna y las Llanuras de la Tempestad Eterna, creo que bastaría. Una última medición, sin embargo, en la Ribera del Norte, eliminaría con mucha probabilidad cualquier imprecisión —Datsue se había puesto la capa de ninja modelo y seguía explicándose, trazando círculos sobre los territorios que citaba—. Si, en cambio, se encuentra entre Las Llanuras de la Tempestad Eterna y Shinogi-to, una tercera medición en la Torre de Meditación, como usted bien dijo, sería preferible. Aunque lo ideal, he de decir, sería tomarla desde Shinogi-to misma. —Sus ojos pasaron ahora al Norte del país—. Si, en cambio, la Villa se encuentra más al Norte, entre Shinogi-to y las Tierras Nevadas… —torció el gesto—. Quizá necesitásemos una tercera medición, más al Norte todavía. —Pero al Norte solo había mar—. ¿Habría la posibilidad de ir en barco por la costa? —preguntó.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado