23/09/2018, 17:22
« Aquí falta algo, ¿no? » — pensó Juro, mientras miraba la estatua de Sumizu Kouta, decapitada.
Juro se encontraba ahí, delante de las estatuas, en el valle del fin. Otra vez, como había hecho en el pasado, había regresado ahí. Ya no como genin, si no como jounin. No había podido evitar ver el detalle de que habían arrancado la cabeza de una estatua. Se preguntó quién había sido, aunque la respuesta le vino a la mente sin evitarlo.
¿Quién había atacado a Uzushiogakure en el examen? Amegakure y Kusagakure, pero sobretodo Amegakure. Y ahora, curiosamente faltaba la cabeza de la estatua del Kage de Ame.
« No te precipites. Tampoco tienes pruebas » — No sabía cuánto tiempo llevaba pasando esto (ni por qué Amegakure no había tomado represalias, aunque eso tampoco lo sabía)
De igual forma, él no había llegado hasta allí para investigar eso. Igual que en su momento llegó como un genin recien graduado, para encontrar su camino. Igual que cuando llegó ahí otra vez, tras el torneo de los dojos, para tratar de encontrar la fuerza para seguir tras su patética derrota.
Una vez más, estaba ahí, ahora con un nuevo cargo. Y otra vez, buscaba la fuerza de sus antepasados.
— No sé como hacerlo... — había murmurado, tras encarar la estatua del que fue el primer Kage de Kusagakure —. C-creo que ésto me viene un poco grande.
Ese día no llevaba el chaleco ni la placa. No se sentía merecedor de llevarlas delante de ellos (ni con fuerzas para presumir en el viaje de su nuevo cargo). Hasta que se sintiera capaz de afrontar algo así, solo los llevaría obligatoriamente en su aldea y en su país, dónde debía de llevarlos. Ahí, en tierras extranjeras, no tenía jurisdicción ni fuerzas para nada. Solo llevaba su bandana, como un recordatorio. Vestía su nuevo sueter negro que le llegaba hasta el cuello y sus nuevos pantalones azules. También llevaba el bulto a su espalda que era su marioneta, y los dos rollos atados a la cintura.
Se quedó ahí, sentado, observando el rostro de su antepasado. ¿Cómo iba a encontrar fuerzas para seguir? No lo sabía, pero no pensaba levantarse de ahí hasta conseguir algo claro. Al menos, esa era su idea.
Juro se encontraba ahí, delante de las estatuas, en el valle del fin. Otra vez, como había hecho en el pasado, había regresado ahí. Ya no como genin, si no como jounin. No había podido evitar ver el detalle de que habían arrancado la cabeza de una estatua. Se preguntó quién había sido, aunque la respuesta le vino a la mente sin evitarlo.
¿Quién había atacado a Uzushiogakure en el examen? Amegakure y Kusagakure, pero sobretodo Amegakure. Y ahora, curiosamente faltaba la cabeza de la estatua del Kage de Ame.
« No te precipites. Tampoco tienes pruebas » — No sabía cuánto tiempo llevaba pasando esto (ni por qué Amegakure no había tomado represalias, aunque eso tampoco lo sabía)
De igual forma, él no había llegado hasta allí para investigar eso. Igual que en su momento llegó como un genin recien graduado, para encontrar su camino. Igual que cuando llegó ahí otra vez, tras el torneo de los dojos, para tratar de encontrar la fuerza para seguir tras su patética derrota.
Una vez más, estaba ahí, ahora con un nuevo cargo. Y otra vez, buscaba la fuerza de sus antepasados.
— No sé como hacerlo... — había murmurado, tras encarar la estatua del que fue el primer Kage de Kusagakure —. C-creo que ésto me viene un poco grande.
Ese día no llevaba el chaleco ni la placa. No se sentía merecedor de llevarlas delante de ellos (ni con fuerzas para presumir en el viaje de su nuevo cargo). Hasta que se sintiera capaz de afrontar algo así, solo los llevaría obligatoriamente en su aldea y en su país, dónde debía de llevarlos. Ahí, en tierras extranjeras, no tenía jurisdicción ni fuerzas para nada. Solo llevaba su bandana, como un recordatorio. Vestía su nuevo sueter negro que le llegaba hasta el cuello y sus nuevos pantalones azules. También llevaba el bulto a su espalda que era su marioneta, y los dos rollos atados a la cintura.
Se quedó ahí, sentado, observando el rostro de su antepasado. ¿Cómo iba a encontrar fuerzas para seguir? No lo sabía, pero no pensaba levantarse de ahí hasta conseguir algo claro. Al menos, esa era su idea.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60