3/10/2018, 15:48
Cuando Datsue llegó a las puertas de la Villa, no encontró a Akame allí. Aquello podía parecer un hecho poco digno de mención para cualquier observador no versado en las personalidades y el hacer de los Hermanos del Desierto, pero para el joven chuunin sí que constituiría una sorpresa —probablemente—. Porque todos sabían que Akame, el Profesional, nunca había llegado tarde a una cita.
Cinco minutos pasada la hora acordada, la escuálida figura del jinchuuriki restante se divisó al final de la amplia calle que daba a las puertas de Uzushiogakure. Llevaba una mochila en la espalda, color verde caqui, repleta de mudas, provisiones, un saco de dormir y una toalla. Llevaba también un pequeño botiquín improvisado —que incluía una píldora de soldado superior, envuelta en papel de traza—, una cajita de madera con doble fondo y de apenas el tamaño necesario para esconder un kunai en el mismo. Por su parte, Akame vestía como solía; con sencillez. Pero, esta vez, sin rastro alguno de su placa, chaleco o equipamiento ninja. Llevaba una camiseta de mangas cortas de color arena, pantalones verde caqui y sandalias bastante corrientes.
—¡Datsue-kun, lamento la tardanza! —se disculpó nada más llegar junto a su compañero—. ¿Vamos?
Akame llevaba también, escondido en el dobladillo de sus pantalones, un sedal de hilo ninja... Y un juego de ganzúas en los calzones, detalle que había copiado a cara descubierta a su Hermano menor.
Cinco minutos pasada la hora acordada, la escuálida figura del jinchuuriki restante se divisó al final de la amplia calle que daba a las puertas de Uzushiogakure. Llevaba una mochila en la espalda, color verde caqui, repleta de mudas, provisiones, un saco de dormir y una toalla. Llevaba también un pequeño botiquín improvisado —que incluía una píldora de soldado superior, envuelta en papel de traza—, una cajita de madera con doble fondo y de apenas el tamaño necesario para esconder un kunai en el mismo. Por su parte, Akame vestía como solía; con sencillez. Pero, esta vez, sin rastro alguno de su placa, chaleco o equipamiento ninja. Llevaba una camiseta de mangas cortas de color arena, pantalones verde caqui y sandalias bastante corrientes.
—¡Datsue-kun, lamento la tardanza! —se disculpó nada más llegar junto a su compañero—. ¿Vamos?
Akame llevaba también, escondido en el dobladillo de sus pantalones, un sedal de hilo ninja... Y un juego de ganzúas en los calzones, detalle que había copiado a cara descubierta a su Hermano menor.