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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#58
Kaido, recuerda quién eres. Eres Kaido el Exiliado. Un traidor, un prófugo. Y lo serás hasta que vuelvas a cruzar las puertas de la Villa. No antes.

»Recuérdalo.


—Lo haré.

. . .

Una bandana shinobi con cuatro líneas verticales marcadas en su hierro, y cuya placa estaba tallada a un listón ancho de color negro, yacía recostada sobre uno de los amplios ventanales de un viejo departamento. Mirando hacia el horizonte, para así presenciar algún día el tan ansiado retorno de su dueño.

Para poder vestir su frente de nuevo.

. . .

Y así, Umikiba Kaido, el Exiliado, partió rumbo hacia su nueva aventura, cuyo imperioso destino estaba por llevarle hasta la otra punta de ōnindo, a un país ajeno al suyo. Para llegar hasta Kaminari no kuni le esperaba un largo viaje de por medio, empezando por cruzar de cabo a rabo toda la Llanura de la Tempestad Eterna.

Aquello hubiera sido pan comido, de ser él un amejin, ¿cierto?

Pero Kaido ya no lo era más. Y por tanto, atravesar el túnel, que por lo general yacía fuertemente custodiado por las fuerzas de Amekoro Yui, no resultaba factible. O sí que lo era —después de todo, Hageshi bien le había dicho que informarían de la situación a todos los shinobi enlistados—. pero no podía empezar su travesía cometiendo un error tan estúpido como ese. Dragón Rojo podría estar viéndole en cualquier momento. La coartada ahora mismo lo era todo. Absolutamente todo. Tal realización acabó por convencerlo de que la mejor forma de llegar su destino era abandonando la seguridad de la Tormenta a través de su frontera con el país de la Tierra. Era un trayecto que conocía a medias, pues en algún momento había estado por Notsuba. Así que le llevó al menos día y medio para llegar a la capital, donde bien habría hecho en pegarse un buen descanso en algún motel de mala muerte que no le obligase a gastar demasiada pasta. Después de todo, no era el rōnin más forrado del mundo, ni mucho menos. Tenía que administrar muy bien sus pavos. ¿Quién lo diría?

La instancia en Notsuba fue cuanto menos breve. En cuanto tuvo la energía necesaria, partió una vez más a la ruta y divagó por las rocosas superficies de Tsuchi no Kuni, previendo no sumergirse demasiado en los riscos y acantilados que bien tenían la fama de servir como tugurio y refugios de la peor calaña. Sabía de las principales aldeas que hacían de pasos conexos para todos los viajeros de paso, así que procuró de tomar esa ruta y seguirla a paso de rajatabla.

Al fin y al cabo, resultaba ser la más simple y menos comprometedora. Aquella que, con suerte, le iba a permitir llegar hasta lo que parecía ser un lejano bosque fronterizo que, desde la distancia, daba la sensación de ser un espejismo que mostraba cientos y cientos de caños de bambúes meciéndose en las alturas.
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Mensajes en este tema
(B) La tumba de Umikiba Kaido - por Amekoro Yui - 14/09/2018, 21:53
RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - por Umikiba Kaido - 12/10/2018, 03:19


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