13/10/2018, 16:09
(Última modificación: 13/10/2018, 16:10 por Uchiha Datsue.)
Datsue envolvió el labio superior con el inferior, en una mueca de sorpresa, cuando Riko le responsabilizó en parte por lo sucedido. Él mismo, en el momento, sabía que la había cagado. Que había ido demasiado lejos. El tiempo, sin embargo, le hicieron ver las cosas de otra manera.
—En mi opinión, Riko, si una Jinchuuriki no es capaz de controlar a su bijuu por unas simples provocaciones, entonces no debería salir ni de su propia Villa. En mi modesta opinión, creo que le hice un favor enorme a Amegakure y Ayame. Apuesto a que ahora no se dejará llevar tan fácilmente por las emociones. Quién sabe, quizá hasta le salvé la vida. Imagínate a Ayame en una misión en solitario fuera de casa. Le dicen cuatro tonterías y se descontrola. ¿Quién está ahí para salvarla de sí misma? Nadie —respondió por él—. En serio, la próxima vez que la vea, ¡espero que me dé las gracias!
Pero aún quedaba un tema que tratar. El de su Hermano. De haber estado él en su situación, no hubiese esposado a Daruu. No porque creyese que no era lo correcto, sino porque tenía otros intereses. Y, sin embargo…
—Ya se había malinterpretado, Riko. Antes de que Akame volviese, antes siquiera de que regresase con Ayame sana y salvo y Daruu esposado, Shanise ya había tratado de decapitarme. Así, porque sí, sin preguntar ni hostias. —Un detalle que algunos solían pasar por alto, pero que ya estaba el Uchiha para recordárselo cada vez que salía el tema.
»¡Hijo de puta! —no pudo evitar exclamar, cuando Riko sacó a Hozuki Chokichi al tablero. Definitivamente tenía que nerfear a aquel condenado. Pese a que parecía una carta tonta, usada sabiamente, como en aquel caso, concebía una ventaja brutal. No por lo evidente, que era evitar daño a otras unidades, sino porque regresaba a tu mano y te otorgaba ventaja de número de cartas. Algo que, en aquel juego, era vital.
El Uchiha, queriendo obtener más información de la mano de su rival, jugó a Daruu: Byakugan.
—Elijo… esta carta y esta. —dijo a Riko, tras dejarle leer el efecto de la carta.
—En mi opinión, Riko, si una Jinchuuriki no es capaz de controlar a su bijuu por unas simples provocaciones, entonces no debería salir ni de su propia Villa. En mi modesta opinión, creo que le hice un favor enorme a Amegakure y Ayame. Apuesto a que ahora no se dejará llevar tan fácilmente por las emociones. Quién sabe, quizá hasta le salvé la vida. Imagínate a Ayame en una misión en solitario fuera de casa. Le dicen cuatro tonterías y se descontrola. ¿Quién está ahí para salvarla de sí misma? Nadie —respondió por él—. En serio, la próxima vez que la vea, ¡espero que me dé las gracias!
Pero aún quedaba un tema que tratar. El de su Hermano. De haber estado él en su situación, no hubiese esposado a Daruu. No porque creyese que no era lo correcto, sino porque tenía otros intereses. Y, sin embargo…
—Ya se había malinterpretado, Riko. Antes de que Akame volviese, antes siquiera de que regresase con Ayame sana y salvo y Daruu esposado, Shanise ya había tratado de decapitarme. Así, porque sí, sin preguntar ni hostias. —Un detalle que algunos solían pasar por alto, pero que ya estaba el Uchiha para recordárselo cada vez que salía el tema.
»¡Hijo de puta! —no pudo evitar exclamar, cuando Riko sacó a Hozuki Chokichi al tablero. Definitivamente tenía que nerfear a aquel condenado. Pese a que parecía una carta tonta, usada sabiamente, como en aquel caso, concebía una ventaja brutal. No por lo evidente, que era evitar daño a otras unidades, sino porque regresaba a tu mano y te otorgaba ventaja de número de cartas. Algo que, en aquel juego, era vital.
El Uchiha, queriendo obtener más información de la mano de su rival, jugó a Daruu: Byakugan.
—Elijo… esta carta y esta. —dijo a Riko, tras dejarle leer el efecto de la carta.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado