14/10/2018, 15:57
Juro montó en cólera, el muy hipócrita. ¿Se había disculpado por lo sucedido en la villa? Claro que no. Kusagakure se pensaba que estaba en lo correcto, que todo estaba bien, porque claro, que unos locos se pateen media villa buscando el hospital para entrar y liarla parda. Pero, eh, los malos eramos a los que habían atacado con un jinchuriki descontrolado y posteriormente con una manada de lechugos. Todo dentro de la normalidad, intentar invadir el hospital de una villa ajena, todo correcto.
Y ahí estaba, haciéndose el héroe en nuestra puta cara.
Entonces saltó Eri y la cosa se puso peliaguda. Aguanté el tipo, como siempre. Porque yo siempre aguantaba el tipo, siempre me mantenía recto, con media sonrisa en la cara y una entera en la mente. Pero no aquel día. Estaba serio, mortalmente serio, ya no era el chico alocado de antes. Esto no era más que una acción karmica. Juro no se sentía ni mínimamente culpable por lo que hizo, creía que había hecho bien, que había hecho lo correcto. Que se llevase la mierda a su villa y se lo contase a su Kage.
Yo no era un cobarde. No era un hipócrita. No iba a defender nada, no iba a entrar a ningún trapo, me dí media vuelta, encaré la dirección a casa y empecé a andar. Silbé a Stuffy que acudió raudo y ambos nos fuimos andando sin decir ni media palabra, ya podían decir lo que les apeteciera.
Para mi, todo eso había acabado, si me giraba no habría freno para lo que pasase aquí. Tal vez más tarde me arrepintiera, mejor arrepentirse que acabar enterrando cadáveres.
Y ahí estaba, haciéndose el héroe en nuestra puta cara.
Entonces saltó Eri y la cosa se puso peliaguda. Aguanté el tipo, como siempre. Porque yo siempre aguantaba el tipo, siempre me mantenía recto, con media sonrisa en la cara y una entera en la mente. Pero no aquel día. Estaba serio, mortalmente serio, ya no era el chico alocado de antes. Esto no era más que una acción karmica. Juro no se sentía ni mínimamente culpable por lo que hizo, creía que había hecho bien, que había hecho lo correcto. Que se llevase la mierda a su villa y se lo contase a su Kage.
Yo no era un cobarde. No era un hipócrita. No iba a defender nada, no iba a entrar a ningún trapo, me dí media vuelta, encaré la dirección a casa y empecé a andar. Silbé a Stuffy que acudió raudo y ambos nos fuimos andando sin decir ni media palabra, ya podían decir lo que les apeteciera.
Para mi, todo eso había acabado, si me giraba no habría freno para lo que pasase aquí. Tal vez más tarde me arrepintiera, mejor arrepentirse que acabar enterrando cadáveres.
—Nabi—