1/11/2018, 20:28
Hanabi revisó el pergamino con atención leyendo despacio cada palabra, fijándose en cada expresión. Entrecerró los ojos y lo escudriñó una vez más. Finalizó suspirando y enrollando la hoja, pasándosela a Eri e invitándola a leerla, si es que no lo había hecho ya.
—Y va a resultar que precisamente la que casi mata a media villa es la única que es capaz de emitir una disculpa sincera —resopló—. En fin, Eri, no sabes lo mucho que me alegra que me entregues este mensaje, es un rayo de esperanza.
»Estoy totalmente convencido de que el vínculo que te une a esa muchacha ha sido el que ha hecho posible que nos llegue ese mensaje hoy, lo que me lleva a reafirmarme en mi decisión de nombrarte mi sucesora. No obstante no creo que sus palabras sean representativas de los líderes de esa villa.
»Amekoro Yui es una mujer impulsiva, y cruel en sus ratos libres, aunque claro, Shiona se las apañaba para convencerme, antes de que viera por mi mismo las acciones de su segunda al cargo, esa Shanise que atacó a Datsue sin más, que en el fondo era una buena persona. Quizás sólo era capaz de ver esa parte de ella porque fue su amiga, durante la infancia... o quizá yo no sea capaz de verla, simplemente. Quizás tú, que te pareces más a ella, pueda hacerlo.
»Está bien, Eri, he tomado una decisión sobre esta carta. Después de que te enseñe el Rasengan, partirás de inmediato hacia Amegakure. Deberás reunirte con Amekoro Yui y arreglar esto de una vez por todas. Tenemos una disculpa de Ayame; para mi no es suficiente, pero me veo en la obligación de seguir las enseñanzas de mi maestra. Shiona hubiera querido que mantuviéramos la estabilidad.
»Necesitamos el Pacto, Eri. Quiero que hables con ella, que hagas lo que sea necesario para que podamos reunirnos en un lugar concreto para negociar otros nuevos términos. Yo hablaré con Kenzou-san si y sólo si Yui acepta también.
»Será una misión peligrosa. Tendrás que tener cuidado, con cualquier ninja de Amegakure. Recuerda, nosotros tenemos a Datsue, que siempre la está liando por aquí. ¿Pero ellos? A ese loco de las katanas ocultas. A Amedama Daruu. Y Akame y tú fuisteis los que le trajisteis esposados. Si ese ninja te viera por allí, por mucho que le explicases lo que vas a hacer... quién sabe lo que te haría.
Hanabi se levantó y se dio la vuelta. Se acercó a la cristalera desde donde se veía la aldea. Su aldea.
—Si tomamos la iniciativa una vez más, quedará claro qué aldea busca la paz y quiénes son los alborotadores. No sé si se negarán, pero si lo hacen serán unos imprudentes. Aunque... hay cierto asunto para el que tendrás que ser... bastante diplomática.
El líder de Uzushiogakure se sacó un pergamino del bolsillo y se lo lanzó a Eri. A la mesa.
—Échale un ojo a esta carta que me llegó hace poco. No he contestado, claro. No sé ni qué contestar.
En la carta rezaba:
—Y va a resultar que precisamente la que casi mata a media villa es la única que es capaz de emitir una disculpa sincera —resopló—. En fin, Eri, no sabes lo mucho que me alegra que me entregues este mensaje, es un rayo de esperanza.
»Estoy totalmente convencido de que el vínculo que te une a esa muchacha ha sido el que ha hecho posible que nos llegue ese mensaje hoy, lo que me lleva a reafirmarme en mi decisión de nombrarte mi sucesora. No obstante no creo que sus palabras sean representativas de los líderes de esa villa.
»Amekoro Yui es una mujer impulsiva, y cruel en sus ratos libres, aunque claro, Shiona se las apañaba para convencerme, antes de que viera por mi mismo las acciones de su segunda al cargo, esa Shanise que atacó a Datsue sin más, que en el fondo era una buena persona. Quizás sólo era capaz de ver esa parte de ella porque fue su amiga, durante la infancia... o quizá yo no sea capaz de verla, simplemente. Quizás tú, que te pareces más a ella, pueda hacerlo.
»Está bien, Eri, he tomado una decisión sobre esta carta. Después de que te enseñe el Rasengan, partirás de inmediato hacia Amegakure. Deberás reunirte con Amekoro Yui y arreglar esto de una vez por todas. Tenemos una disculpa de Ayame; para mi no es suficiente, pero me veo en la obligación de seguir las enseñanzas de mi maestra. Shiona hubiera querido que mantuviéramos la estabilidad.
»Necesitamos el Pacto, Eri. Quiero que hables con ella, que hagas lo que sea necesario para que podamos reunirnos en un lugar concreto para negociar otros nuevos términos. Yo hablaré con Kenzou-san si y sólo si Yui acepta también.
»Será una misión peligrosa. Tendrás que tener cuidado, con cualquier ninja de Amegakure. Recuerda, nosotros tenemos a Datsue, que siempre la está liando por aquí. ¿Pero ellos? A ese loco de las katanas ocultas. A Amedama Daruu. Y Akame y tú fuisteis los que le trajisteis esposados. Si ese ninja te viera por allí, por mucho que le explicases lo que vas a hacer... quién sabe lo que te haría.
Hanabi se levantó y se dio la vuelta. Se acercó a la cristalera desde donde se veía la aldea. Su aldea.
—Si tomamos la iniciativa una vez más, quedará claro qué aldea busca la paz y quiénes son los alborotadores. No sé si se negarán, pero si lo hacen serán unos imprudentes. Aunque... hay cierto asunto para el que tendrás que ser... bastante diplomática.
El líder de Uzushiogakure se sacó un pergamino del bolsillo y se lo lanzó a Eri. A la mesa.
—Échale un ojo a esta carta que me llegó hace poco. No he contestado, claro. No sé ni qué contestar.
En la carta rezaba:
Uzukage,
te hago llegar esta carta después de que, desconcertados, hayamos encontrado una "particularidad" muy destacable en el Valle del Fin. A la estatua de nuestro primer Arashikage, Sumizu Kouta, le falta la cabeza entera. Un vandalismo que, en estos tiempos, nos preocupa gravemente, pues la relación entre nuestras aldeas no es la mejor.
Pese a que todo parece apuntar a que el incidente ocurrió, según nuestras fuentes, antes del conflicto que inició el distanciamiento entre el Remolino y la Lluvia, nos parece conveniente solicitar alguna clase de explicación, por si acaso, Hanabi, supieras quién puede andar detrás de esta gamberrada a gran escala.
He enviado otra misiva a Kenzou, pero como comprenderás, dada la tendencia de tus ninjas a... meterse en asuntos en los que no le llaman, nos preocupa que hayan tenido algo que ver. Aunque fuese... a tus espaldas.
Si sabes algo, sería inteligente comunicárnoslo en una respuesta.
Recuerdos,
Houzuki Shanise.
PD: Interroga a los putos Uchiha. Seguro que saben algo. Si es que no ha sido alguno de ellos.
te hago llegar esta carta después de que, desconcertados, hayamos encontrado una "particularidad" muy destacable en el Valle del Fin. A la estatua de nuestro primer Arashikage, Sumizu Kouta, le falta la cabeza entera. Un vandalismo que, en estos tiempos, nos preocupa gravemente, pues la relación entre nuestras aldeas no es la mejor.
Pese a que todo parece apuntar a que el incidente ocurrió, según nuestras fuentes, antes del conflicto que inició el distanciamiento entre el Remolino y la Lluvia, nos parece conveniente solicitar alguna clase de explicación, por si acaso, Hanabi, supieras quién puede andar detrás de esta gamberrada a gran escala.
He enviado otra misiva a Kenzou, pero como comprenderás, dada la tendencia de tus ninjas a... meterse en asuntos en los que no le llaman, nos preocupa que hayan tenido algo que ver. Aunque fuese... a tus espaldas.
Si sabes algo, sería inteligente comunicárnoslo en una respuesta.
Recuerdos,
Houzuki Shanise.
PD: Interroga a los putos Uchiha. Seguro que saben algo. Si es que no ha sido alguno de ellos.