18/11/2018, 23:06
(Última modificación: 18/11/2018, 23:10 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Datsue parpadeó varias veces. Miró a un lado y a otro. Nada. ¿Se estaría agazapando para un ataque sorpresa? ¿O de verdad habría huido? Ni una cosa ni la otra le encajaban en un bijuu. ¿Aquellos monstruos, andarse con delicadezas? ¿Sutilezas? Eran más de lanzarte un rayo por la boca y arrasar con todo. Pero, ¿acaso Kokuō no era muy distinta de lo que había visto en Shukaku? Hablaba de paz y no de guerra. Les trataba de usted. Avisaba antes de atacar... Chasqueó la lengua. Estaba más perdido que un kusareño en combate.
Datsue el Intrépido bajó hasta su posición, tras buscar y rebuscar.
—¿Qué, algo?
—Creo… que ha huido.
—Oh, no jodas —farfulló, mirando a un lado y a otro—. Bueno, entonces ya tengo nombre para ti. —Su réplica le miró, extrañado—. ¡Datsue el Inútil! —y le dio tal mamporro que le hizo desaparecer en una nube de humo.
«¿Cómo? No me dijiste lo de la bomba de humo…» Pensó, al recibir la información del clon destruido. Se acercó hasta el tronco donde había estado la humareda. Se arrodilló. Examinó posibles huellas…
«¿Un Sunshin, quizá?» ¿Cómo huir sino del bosque? A no ser que tuviese algún tipo de poder como el de Akame o Daruu, era lo único que se le ocurría. Pero sucedía algo con los Sunshin: no se preocupaban demasiado de no dejar rastro. Más bien al contrario, a la velocidad a la que ibas, era complicado no partir alguna ramita o doblar algún arbusto por el camino. Más en un bosque con vegetación tan espesa como aquel.
«De vuelta al rastreo…»
Uchiha Datsue se detuvo por segunda vez en plena carrera, frenando con los talones y echando el cuerpo hacia atrás.
—Ayame… Ayame… —balbuceaba. Acababa de recibir la información de uno de sus clones—. Creo que… Creo que ha huido de mí.
Datsue el Intrépido bajó hasta su posición, tras buscar y rebuscar.
—¿Qué, algo?
—Creo… que ha huido.
—Oh, no jodas —farfulló, mirando a un lado y a otro—. Bueno, entonces ya tengo nombre para ti. —Su réplica le miró, extrañado—. ¡Datsue el Inútil! —y le dio tal mamporro que le hizo desaparecer en una nube de humo.
«¿Cómo? No me dijiste lo de la bomba de humo…» Pensó, al recibir la información del clon destruido. Se acercó hasta el tronco donde había estado la humareda. Se arrodilló. Examinó posibles huellas…
«¿Un Sunshin, quizá?» ¿Cómo huir sino del bosque? A no ser que tuviese algún tipo de poder como el de Akame o Daruu, era lo único que se le ocurría. Pero sucedía algo con los Sunshin: no se preocupaban demasiado de no dejar rastro. Más bien al contrario, a la velocidad a la que ibas, era complicado no partir alguna ramita o doblar algún arbusto por el camino. Más en un bosque con vegetación tan espesa como aquel.
«De vuelta al rastreo…»
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Uchiha Datsue se detuvo por segunda vez en plena carrera, frenando con los talones y echando el cuerpo hacia atrás.
—Ayame… Ayame… —balbuceaba. Acababa de recibir la información de uno de sus clones—. Creo que… Creo que ha huido de mí.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado