20/11/2018, 01:11
Datsue oía con entusiasmo las distintas tácticas que su Hermano confeccionaría en caso de entrar en guerra contra Amegakure. Aliarse con Kusa era la carta ganadora, sin duda, y atrapar a la jinchuuriki un buen golpe en la mesa.
—Hmm… Después de todo lo que ha vivido, dudo que sea ya tan fácil de engañar —replicó ante la idea de manipular a Ayame. Él mismo había visto su actitud en el Círculo de Rocas Ancestrales. Y luego había dejado escapar un biju en pleno torneo. Dudaba que no hubiese tomado, o hubiesen tomado por ella, ciertas medidas para fortalecer su mente. El simple hecho de haber vivido todo aquello la había curtido, a buen seguro.
—Y si aun así eso no surtiese efecto... Entonces usaría a Ayame como cebo para atraer a la Arashikage y su círculo más cercano; y los mataría a todos.
Datsue tragó saliva, y sintió que los vellos se le ponían de punta. No era por lo que acababa de soltar, sino por la forma. Si lo hubiese dicho con rabia, él mismo hubiese aplaudido la idea. Si lo hubiese dicho con pena, incluso le habría asegurado que era el único camino. Que se lo merecía por la forma en que había tratado a Aiko. Pero lo había dicho con la misma calma y serenidad que le embargaba cuando hacía cosas tan anodinas como untar de manteca un bocadillo o pelar una mandarina. Eso era lo que verdaderamente le asustaba.
—Serías un buen Kage… —comentó al fin. Se llevó una mano a la boca y carraspeó—. Yo añadiría nacionalizar Los Herreros y cortarles el grifo armamentístico. Pero sí, sin duda serías un buen Uzukage…
»¿Alguna vez piensas en ello? —le soltó, como quien no quería la cosa—. Cuando matamos a Zoku y nos hicimos con el sombrero de Uzukage. Aquel día, si hubiésemos querído… —Lo dejó en el aire, sin atreverse a terminar la frase.
—Hmm… Después de todo lo que ha vivido, dudo que sea ya tan fácil de engañar —replicó ante la idea de manipular a Ayame. Él mismo había visto su actitud en el Círculo de Rocas Ancestrales. Y luego había dejado escapar un biju en pleno torneo. Dudaba que no hubiese tomado, o hubiesen tomado por ella, ciertas medidas para fortalecer su mente. El simple hecho de haber vivido todo aquello la había curtido, a buen seguro.
—Y si aun así eso no surtiese efecto... Entonces usaría a Ayame como cebo para atraer a la Arashikage y su círculo más cercano; y los mataría a todos.
Datsue tragó saliva, y sintió que los vellos se le ponían de punta. No era por lo que acababa de soltar, sino por la forma. Si lo hubiese dicho con rabia, él mismo hubiese aplaudido la idea. Si lo hubiese dicho con pena, incluso le habría asegurado que era el único camino. Que se lo merecía por la forma en que había tratado a Aiko. Pero lo había dicho con la misma calma y serenidad que le embargaba cuando hacía cosas tan anodinas como untar de manteca un bocadillo o pelar una mandarina. Eso era lo que verdaderamente le asustaba.
—Serías un buen Kage… —comentó al fin. Se llevó una mano a la boca y carraspeó—. Yo añadiría nacionalizar Los Herreros y cortarles el grifo armamentístico. Pero sí, sin duda serías un buen Uzukage…
»¿Alguna vez piensas en ello? —le soltó, como quien no quería la cosa—. Cuando matamos a Zoku y nos hicimos con el sombrero de Uzukage. Aquel día, si hubiésemos querído… —Lo dejó en el aire, sin atreverse a terminar la frase.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado