21/11/2018, 13:38
A partir de aquel momento, el viaje se volvió mucho más aburrido y taciturno. Había heridas que el Uchiha todavía sentía abiertas, y pese a que la mayor parte del tiempo estaban sedadas por un olvido autoimpuesto, cuando sus ojos pasaban por ellas no había auto sugestión posible que calmase el dolor.
Su primera parada fue en Los Herreros, en una conocida posada que Datsue acostumbraba a utilizar cada vez que se pasaba por allí. Cosa frecuente, dado su acuerdo con la Marca del Hierro. Al día siguiente, no obstante, no tuvieron tanta suerte. En el Bosque de la Hoja no les quedó más remedio que acampar, encendiendo un buen fuego al atardecer y cocinando un pequeño jabalí que habían cazado. Su siguiente parada fue en Minori, el conocido pueblo dedicado a la agricultura. Allí, Datsue se puso hasta las cejas de caldo con patatas y fabada, su comida favorita por aquellas tierras.
No fue hasta el cuarto día que los Hermanos del Desierto cruzaron la frontera en dirección al Valle de los Dojos. El pequeño de los Uchiha, cabe decir, no había estado perdiendo el tiempo. Durante todo el trayecto había estado enfrascado en un nuevo proyecto de fuuinjutsu, una idea que había nacido a raíz de los problemas acontecidos en el Chunin.
Un fuuinjuts que lo solucionaría todo.
—Hmm… Sí, pero es que si empleo el Teorema de Uzumaki el Generoso rompo el equilibrio del sello —murmuraba, para sí mismo, con la mano en el mentón y la mente en otra parte. Fue así que ni siquiera se dio cuenta: habían llegado al fin.
Las cordilleras se alzaban como una gran muralla en la lejanía, y el camino principal que transitaban se dividía ahora en varios, con carteles en cada uno: Nantōnoya; Kitanoya; Nishinoya; y Sendōshi.
Su primera parada fue en Los Herreros, en una conocida posada que Datsue acostumbraba a utilizar cada vez que se pasaba por allí. Cosa frecuente, dado su acuerdo con la Marca del Hierro. Al día siguiente, no obstante, no tuvieron tanta suerte. En el Bosque de la Hoja no les quedó más remedio que acampar, encendiendo un buen fuego al atardecer y cocinando un pequeño jabalí que habían cazado. Su siguiente parada fue en Minori, el conocido pueblo dedicado a la agricultura. Allí, Datsue se puso hasta las cejas de caldo con patatas y fabada, su comida favorita por aquellas tierras.
No fue hasta el cuarto día que los Hermanos del Desierto cruzaron la frontera en dirección al Valle de los Dojos. El pequeño de los Uchiha, cabe decir, no había estado perdiendo el tiempo. Durante todo el trayecto había estado enfrascado en un nuevo proyecto de fuuinjutsu, una idea que había nacido a raíz de los problemas acontecidos en el Chunin.
Un fuuinjuts que lo solucionaría todo.
—Hmm… Sí, pero es que si empleo el Teorema de Uzumaki el Generoso rompo el equilibrio del sello —murmuraba, para sí mismo, con la mano en el mentón y la mente en otra parte. Fue así que ni siquiera se dio cuenta: habían llegado al fin.
Las cordilleras se alzaban como una gran muralla en la lejanía, y el camino principal que transitaban se dividía ahora en varios, con carteles en cada uno: Nantōnoya; Kitanoya; Nishinoya; y Sendōshi.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado