7/10/2015, 12:39
Riko había recibido instrucciones de parte de sus tíos, tenía que acompañarlos a la ciudad de Notsuba, según le habían dicho, ciudad de la que no había oído hablar, como de tantas otras cosas, por lo que no dudó ni un momento en ir con ellos y así poder ver como sería aquella nueva ciudad para él.
Tras preparar las cosas, una mochila con algo de comer para el camino, un par de botellas de agua y algo con lo que entretenerse en el camino, los tres se pusieron en marca, dejando atrás la aldea de la lluvia para dirigirse a lo que le habían dicho, era un país vecino, el País de la Tierra. Tardaron bastante en llegar, tanto que cuando llegaron a su destino el sol estaba comenzando a ponerse.
— Toma Riko, algo de dinero, ve a buscar una posada para pasar la noche, nosotros tenemos que encargarnos de unos asuntos aún, ¿vale? — Le dijo su tío, ofreciéndole un pequeño saquito con algo de dinero.
El muchacho cogió la bolsita, se despidió de sus tíos y comenzó la búsqueda de un lugar en el que hospedarse, no le habían dado demasiado dinero por lo que buscaba algún lugar barato y no tardó demasiado en encontrarlo. Entró en un edificio con pinta de se algo antiguo, y por dentro, la impresión no cambiaba,necesitaba urgentemente una reforma, pero para pasar aquella noche sería suficiente. Se acercó a la recepcionista y pidió una habitación. La mujer, entrada en años, sonrió de una forma amable, se dio la vuelta y agarró una llave, ofreciéndosela a Riko posteriormente.
El pelinegro subió a la habitación para dejar sus cosas y no tener que estar cargando con ellas y, siendo la hora que era, las tripas comenzaban a rugirle, por lo que decidió bajar al bar que tenía la posada para cenar algo antes de irse a dormir, por lo que bajó los escalones que separaban la zona de habitaciones del resto de la posada y, una vez abajo, abrió la puerta de la posada, sorprendiéndose de la situación con la que se encontró.
Un hombre mayor estaba discutiendo de una forma un tanto violenta con un joven y una chiquilla trataba de poner calma entre ambos. Riko observó como la gente miraba e, incluso, se reía del espectáculo que estaba sucediendo en medio del bar. El joven Yuki analizó un poco a las personas que allí se encontraban, y vio a un chico, algo mayor que él, sentado en la barra que miraba la escena con cara de estar algo nervioso, por lo que decidió acercarse a él.
La larga cabellera del muchacho era algo que le sorprendió desde un inicio, aunque él no era quién para hablar de pelo, el suyo era algo raro también. — Hola, me llamo Riko, no soy de aquí y te quería preguntar si sabes qué es lo que está pasando aquí. — Preguntó el pelinegro al chico, percatándose de los ojos verdes que tenía.
Tras preparar las cosas, una mochila con algo de comer para el camino, un par de botellas de agua y algo con lo que entretenerse en el camino, los tres se pusieron en marca, dejando atrás la aldea de la lluvia para dirigirse a lo que le habían dicho, era un país vecino, el País de la Tierra. Tardaron bastante en llegar, tanto que cuando llegaron a su destino el sol estaba comenzando a ponerse.
— Toma Riko, algo de dinero, ve a buscar una posada para pasar la noche, nosotros tenemos que encargarnos de unos asuntos aún, ¿vale? — Le dijo su tío, ofreciéndole un pequeño saquito con algo de dinero.
El muchacho cogió la bolsita, se despidió de sus tíos y comenzó la búsqueda de un lugar en el que hospedarse, no le habían dado demasiado dinero por lo que buscaba algún lugar barato y no tardó demasiado en encontrarlo. Entró en un edificio con pinta de se algo antiguo, y por dentro, la impresión no cambiaba,necesitaba urgentemente una reforma, pero para pasar aquella noche sería suficiente. Se acercó a la recepcionista y pidió una habitación. La mujer, entrada en años, sonrió de una forma amable, se dio la vuelta y agarró una llave, ofreciéndosela a Riko posteriormente.
El pelinegro subió a la habitación para dejar sus cosas y no tener que estar cargando con ellas y, siendo la hora que era, las tripas comenzaban a rugirle, por lo que decidió bajar al bar que tenía la posada para cenar algo antes de irse a dormir, por lo que bajó los escalones que separaban la zona de habitaciones del resto de la posada y, una vez abajo, abrió la puerta de la posada, sorprendiéndose de la situación con la que se encontró.
Un hombre mayor estaba discutiendo de una forma un tanto violenta con un joven y una chiquilla trataba de poner calma entre ambos. Riko observó como la gente miraba e, incluso, se reía del espectáculo que estaba sucediendo en medio del bar. El joven Yuki analizó un poco a las personas que allí se encontraban, y vio a un chico, algo mayor que él, sentado en la barra que miraba la escena con cara de estar algo nervioso, por lo que decidió acercarse a él.
La larga cabellera del muchacho era algo que le sorprendió desde un inicio, aunque él no era quién para hablar de pelo, el suyo era algo raro también. — Hola, me llamo Riko, no soy de aquí y te quería preguntar si sabes qué es lo que está pasando aquí. — Preguntó el pelinegro al chico, percatándose de los ojos verdes que tenía.
![[Imagen: tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif]](https://78.media.tumblr.com/ef716a7a224d02d15153150120153d79/tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif)
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