15/12/2018, 02:53
Daruu desapareció de la batalla dejando al mellizo completamente loco perdido. Lo buscó un buen rato antes de darse por vencido sin saber que se había teletransportado lejos de allí. La distancia le quebraría toda aquella situación extraña que pasaba en su cabeza con un último mareo y jaqueca. El sello en su pierna que nunca había llegado a ver se había desvanecido y se iba como llegó: sin saber nada del asunto.
El calvo abrió con un gran dolor en la nuca. Estaba recostado en el frío cemento roto de la ciudad fantasma con una cara familiar a su lado, o mejor dicho un sonido familiar. Suka y sus globos de chicle, al menos esta vez se lo veía con una ligera sonrisa en el rostro. Al instante, dos rostro más se asomaron detrás del pelirrojo.
— Bien, al fin, ya pensábamos que dormirías hasta pasado mañana.
— O que habías muerto, me suelo pasar con mis golpes.— siguió su hermano entre risas.
— La próxima que lo hagas seré yo quién se pasé sin querer.
Karamaru los escuchaba con la mirada perdida sin saber bien que pasaba. Quería decir algo pero no le llegaban las palabras a las bocas y el trío que lo observaba fue más rápido en actuar.
— Suka, acompáñalo fuera y ve a la aldea. A ver si nos consigues a alguien para que nos de una mano.
El petiso pelirrojo asintió y apuró al monje a que se recomponga, llevándoselo rápido de la ciudad y luego a la aldea. Sea lo que fuere esa cosa, estaba claramente lejos del nivel de un gennin.
***
El calvo abrió con un gran dolor en la nuca. Estaba recostado en el frío cemento roto de la ciudad fantasma con una cara familiar a su lado, o mejor dicho un sonido familiar. Suka y sus globos de chicle, al menos esta vez se lo veía con una ligera sonrisa en el rostro. Al instante, dos rostro más se asomaron detrás del pelirrojo.
— Bien, al fin, ya pensábamos que dormirías hasta pasado mañana.
— O que habías muerto, me suelo pasar con mis golpes.— siguió su hermano entre risas.
— La próxima que lo hagas seré yo quién se pasé sin querer.
Karamaru los escuchaba con la mirada perdida sin saber bien que pasaba. Quería decir algo pero no le llegaban las palabras a las bocas y el trío que lo observaba fue más rápido en actuar.
— Suka, acompáñalo fuera y ve a la aldea. A ver si nos consigues a alguien para que nos de una mano.
El petiso pelirrojo asintió y apuró al monje a que se recomponga, llevándoselo rápido de la ciudad y luego a la aldea. Sea lo que fuere esa cosa, estaba claramente lejos del nivel de un gennin.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘