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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#95
Kori-kun, por favor, usa algo de hilo shinobi y átale los pies también —advirtió Kiroe sobre el Gobi—. Con las esposas supresoras, no nos puede hacer nada. Pero mejor que no pueda hacernos nada de nada.

Zetsuo procedió entonces a emplear su especial cariño y comprensión en el inerte fardo que era Amedama Daruu, quien se levantó de un respingo, respirando aceleradamente.

¡¡Eh, tú, anormal!! ¡Menos con mi hijo, que hoy ha arriesgado la vida para salvar a la tuya! —se indignó Kiroe, y le propinó un sonoro guantazo a Aotsuki Zetsuo, el Señor de los Guantazos.

Daruu se agarró la cabeza con ambas manos y apretó los dientes.

¡Dios mío, callaros ya, que me duele la cabeza, jodeeeeer! —observó a Kokuo, inconsciente, a apenas un par de metros—. ¿Entonces... ya está? ¿Lo hemos logrado? Al fin...

Honestamente, se sentía agradecido de no estar muerto.

»No os lo váis a creer. Ayame se resistió en un momento y me dijo... me dijo que no había perdido el control, y de hecho que el control no lo tenía el Gobi por haberlo tomado ella. No fue ella. Y por lo que parecía, tampoco nadie de uzushio. —Apartó la mirada, o más bien la dirigió a su madre. Evidentemente, cuando Daruu decía "nadie de uzushio" se refería directamente a Uzumaki Eri, con quien Ayame se había reunido en Tanzaku Gai. No obstante por las palabras que la muchacha empleó, ella tampoco había sido. Si lo hubiera sido, lo habría señalado directamente.

De todas formas, era mejor reservar esa información fuera de las manos —o la mirada— de Aotsuki Zetsuo. Ayame ya había sufrido bastante, por mucho que el hecho de que la muchacha se hubiese reunido con la Pequeña Rata le jodiese más que nada.

»Voy a tener que descansar un poco antes de poder teletransportarnos a todos a Amegakure de vuelta. Y no sé si seré capaz de llegar tan lejos, es la primera vez que transporto a tanta gente.
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
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Mensajes en este tema
Tras la estela del lirio - por Amedama Daruu - 19/11/2018, 16:35
RE: Tras la estela del lirio - por Amedama Daruu - 16/12/2018, 16:26


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