7/10/2015, 22:56
Exhaló. Fijó su mirada en el plato de ensalada y llevo ambas manos hacia su entrepierna, donde nadie las podría ver. Allí las junto, entrelazando así sus dedos. Empezó a hacer fuerza, haciendo que estás tomen un color amarillentos, caracterisco de la falta de irragación de sangre. Satoru no estaba a gusto. Estaba haciendo un esfuerzo inhumano para quedarse ahí, escuchando como las sillas y mesas eran victimas de la pelea que ocurría a sus espaldas.
— No debes irte. Esta es la verdadera naturaleza del ser humano. Debes adaptarte, recuerda.— Pensó mientras, tensó, llevaba un tenedor con una hoja de lechuga hacia su boca.
— Adaptate o morirás. — Murmuró con la boca llena.
Después de haber llevado otra hoja de lechuga hacia su boca, sintió una presencia detrás de él. Nada más girar su cabeza, apoyándola sobre su hombro izquierdo, vio como un joven se presentaba y pedía una explicación a lo que pasaba en el lugar.
No pudo evitar encararlo boquiabierto y con los ojos bien abiertos. Pues, claro, estaba más que asustado.
— Uh... — Exclamó, aliviado. Se paró de su asiento. — Estoy en la misma que vos, Riko-san. Si te digo algo, te estaría mintiendo. Por cierto, puedes llamarme Satoru. — Dijo mientras extendía su mano derecha y hacía relucir su bandana Ninja, a la vez que mostraba una cálida sonrisa.
— No debes irte. Esta es la verdadera naturaleza del ser humano. Debes adaptarte, recuerda.— Pensó mientras, tensó, llevaba un tenedor con una hoja de lechuga hacia su boca.
— Adaptate o morirás. — Murmuró con la boca llena.
Después de haber llevado otra hoja de lechuga hacia su boca, sintió una presencia detrás de él. Nada más girar su cabeza, apoyándola sobre su hombro izquierdo, vio como un joven se presentaba y pedía una explicación a lo que pasaba en el lugar.
No pudo evitar encararlo boquiabierto y con los ojos bien abiertos. Pues, claro, estaba más que asustado.
— Uh... — Exclamó, aliviado. Se paró de su asiento. — Estoy en la misma que vos, Riko-san. Si te digo algo, te estaría mintiendo. Por cierto, puedes llamarme Satoru. — Dijo mientras extendía su mano derecha y hacía relucir su bandana Ninja, a la vez que mostraba una cálida sonrisa.