9/01/2019, 17:49
—No, no hay nadie más aquí, Juro. Aparte de Stuffy y Datsuse. Nuestros perros. Y sí. Le resumí lo que sucedió en el bosque. Lo de los Generales, Kurama y demás.
— Qué fiesta más alegre. En cualquier caso, claro que no estoy enfadado, ¿cómo me ibas a decir que eres un jinchuriki? Nos hubieras matado a los dos. Yo tampoco te dije lo de Datsue. Bueno, ¿qué han decidido los kages? Habrá que hacer una redada bijuual o algo. Encerraros en una perrera para jinchurikis o algo. Porque ya supongo que entonces no vais a hacer una sociedad secreta de jinchurikis.
Ni siquiera el humor estaba suavizando lo jodidos que estábamos en ese momento.
— La verdad es que no me siento capaz de ir a Amegakure y decirles "Seamos amigos hasta que cacemos a los malos". Aunque cooperaran, en el mismo momento en que se viesen a salvo, nos volverían a apuñalar por la espalda. ¿Cómo lo veis vosotros?
Con lo hijo de la gran puta que sonaba el Shukaku, no quería ni imaginarme la que liaría si le hacían la inversión esa. Eso sin contar que eso pueda ser irreversible. La preocupación se empezaba a ser evidente en mi rostro.
— Estamos jodidos
— Qué fiesta más alegre. En cualquier caso, claro que no estoy enfadado, ¿cómo me ibas a decir que eres un jinchuriki? Nos hubieras matado a los dos. Yo tampoco te dije lo de Datsue. Bueno, ¿qué han decidido los kages? Habrá que hacer una redada bijuual o algo. Encerraros en una perrera para jinchurikis o algo. Porque ya supongo que entonces no vais a hacer una sociedad secreta de jinchurikis.
Ni siquiera el humor estaba suavizando lo jodidos que estábamos en ese momento.
— La verdad es que no me siento capaz de ir a Amegakure y decirles "Seamos amigos hasta que cacemos a los malos". Aunque cooperaran, en el mismo momento en que se viesen a salvo, nos volverían a apuñalar por la espalda. ¿Cómo lo veis vosotros?
Con lo hijo de la gran puta que sonaba el Shukaku, no quería ni imaginarme la que liaría si le hacían la inversión esa. Eso sin contar que eso pueda ser irreversible. La preocupación se empezaba a ser evidente en mi rostro.
— Estamos jodidos
—Nabi—