20/01/2019, 20:21
(Última modificación: 20/01/2019, 20:21 por Amedama Daruu.)
Shanise estaba a punto de sugerir algo. De aportar algo. De regalar algo de parte de Amegakure, pero la sorpresa le cortó las palabras. Abrió la boca, y casi se le cae el respirador que siempre llevaba puesto. Tuvo que sujetárselo con la mano.
¿He dicho ya que Yui tenía un pie encima de la mesa? Bueno, pues Yui había plantado un pie encima de la mesa, y ahora señalaba a Kenzou con el dedo índice más acusador que cualquiera de los presentes había visto jamás.
—¿¡QUÉ!? ¡¡VENGA, HOMBRE, SÍ CLARO!! ¿¡Y CUÁNDO PENSABAS DECÍRNOSLO, EH, VIEJO!?
—Yui-sama, por fa...
—¡Ni por favor ni por favar! ¡Pero bueno, y el Pacto que teníamos qué! ¿¡Desde cuándo tenéis al jinchuuriki!? ¡Si no llegamos a hacer la reunión no habrías dicho nada, eh! ¡¡QUE NOS CONOCEMOS, KENZOU!! ¡¡NOS CONOCEMOS!!
¿He dicho ya que Yui tenía un pie encima de la mesa? Bueno, pues Yui había plantado un pie encima de la mesa, y ahora señalaba a Kenzou con el dedo índice más acusador que cualquiera de los presentes había visto jamás.
—¿¡QUÉ!? ¡¡VENGA, HOMBRE, SÍ CLARO!! ¿¡Y CUÁNDO PENSABAS DECÍRNOSLO, EH, VIEJO!?
—Yui-sama, por fa...
—¡Ni por favor ni por favar! ¡Pero bueno, y el Pacto que teníamos qué! ¿¡Desde cuándo tenéis al jinchuuriki!? ¡Si no llegamos a hacer la reunión no habrías dicho nada, eh! ¡¡QUE NOS CONOCEMOS, KENZOU!! ¡¡NOS CONOCEMOS!!