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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#5
El molodioso silbido que salia del despacho se detuvo. Normal si tenia que contestarme. Hasta el momento, yo no conocia a nadie que, al mismo tiempo, pudiese silvar y hablar. Pero ¿Quien sabe? El ninjutsu era algo magico, parecia posible hacer cualquier cosa con él. Claro que, solo si tenias la suerte de ser diestro con los sellos.

¿Mmh? ¡Sí, claro, pasa, pasa! Estoy libre.

Fue la voz del uzukage la que me contestó desde el otro lado de la puerta. Cuando entré al despacho, me lo encontré ordenando los libros de su estanteria. Si que parecia tener tiempo libre, ordenar los libros era algo que podia hacer alguien en una mision de rango D. Pero ¿Quien era yo para juzgar eso? Quizas esa tarea era algo mas importante de lo que mi joven y poco entrenada mente podia imaginarse.

El hombre tomó asiento en su escritorio y me insto a tomar asiento en la silla que tenia enfrente.

Sasaki Reiji, ¿no es así? Dime, ¿qué te trae por mi humilde despacho?

Me senté en la silla que había señalado mientras me dedicaba una sonrisa afeble y preguntaba por que había ido directamente a su despacho. Quizas esa sonrisa y su tono de voz hubiesen tranquilizado a otro, pero yo no me sentia mas tranquilo en esa situación. Respiré, como en una batalla cuando estas nervioso, como me había enseñado mi madre a calmarme cuando tenia la espada entre las manos, solo que esta vez, mi espada era mi voz.

Buenos días Hanabi Sama, disculpe que le moleste, pero he creido que las cosas que tengo que decirle, es mejor que se las diga directamente a usted —Quizas los nervios se notaban en mi forma de hablar o en mi tono de voz, pero tenia que hacerlo. —Lo primero que quiero comentarle es que... — Hablaba mientras me desataba la bandana y la depositava en el escritorio del uzukage frente a mi. —No me siento digno de llevar esta bandana y quisiera devolverla. Su peso es demasiado para alguien como yo. La conseguí por cabezoneria, para demostrar que alguien con mis defectos también podía, pero resulta que no se llevarla.
[Imagen: ksQJqx9.png]
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Mensajes en este tema
Entre la espada y la pared - por Sasaki Reiji - 23/01/2019, 01:11
RE: Entre la espada y la pared - por Sasaki Reiji - 24/01/2019, 12:52


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