10/04/2019, 19:54
(Última modificación: 10/04/2019, 19:58 por Uchiha Akame. Editado 2 veces en total.)
—¿Morí...?
Los recuerdos volvieron a su cabeza como un martillazo en todo el cráneo. Los grilletes sollándole las muñecas, el suelo frío de la celda bajo sus posaderas, la oscuridad, el silencio. La explosión. «¿Morí...?» El Uchiha trató de incorporarse en su precaria cama, y no pudo aguantarse un gemido de dolor cuando su cuerpo se resintió.
—¿Cómo que morí? Yo... No recuerdo nada más que... —apretó los dientes. La cabeza le dolía a horrores, como si su propia mente estuviera en contra de recuperar aquella vivencia. Como si se estuviese defendiendo de una agresión—. Yo... Estaba en una celda y luego, la explosión... ¿Cómo... Cómo demonios me has traído aquí?
Entonces su mirada bajó al cadáver que yacía junto a él. Estaba boca abajo y sus facciones no eran demasiado reconocibles, pero por la posición de sus brazos y el arma ensangrentada que todavía llevaba entre las manos, parecía que...
El ex jounin sacudió la cabeza.
—¿Por qué... Por qué lo has hecho?
En su interior, una gran culpa se empezaba a abrir paso. Él había traicionado a Tengu, le había dado la espalda a su antigua maestra en favor de sus nuevos amigos, de su nuevo hogar. Y ellos se lo habían pagado con la muerte. ¿Era cierto entonces que Kunie le había sacado de allí y le había devuelto la vida? «¿Existe siquiera alguien capaz de hacer eso?» Pero, si no, ¿cómo podía ser?
Los recuerdos volvieron a su cabeza como un martillazo en todo el cráneo. Los grilletes sollándole las muñecas, el suelo frío de la celda bajo sus posaderas, la oscuridad, el silencio. La explosión. «¿Morí...?» El Uchiha trató de incorporarse en su precaria cama, y no pudo aguantarse un gemido de dolor cuando su cuerpo se resintió.
—¿Cómo que morí? Yo... No recuerdo nada más que... —apretó los dientes. La cabeza le dolía a horrores, como si su propia mente estuviera en contra de recuperar aquella vivencia. Como si se estuviese defendiendo de una agresión—. Yo... Estaba en una celda y luego, la explosión... ¿Cómo... Cómo demonios me has traído aquí?
Entonces su mirada bajó al cadáver que yacía junto a él. Estaba boca abajo y sus facciones no eran demasiado reconocibles, pero por la posición de sus brazos y el arma ensangrentada que todavía llevaba entre las manos, parecía que...
El ex jounin sacudió la cabeza.
—¿Por qué... Por qué lo has hecho?
En su interior, una gran culpa se empezaba a abrir paso. Él había traicionado a Tengu, le había dado la espalda a su antigua maestra en favor de sus nuevos amigos, de su nuevo hogar. Y ellos se lo habían pagado con la muerte. ¿Era cierto entonces que Kunie le había sacado de allí y le había devuelto la vida? «¿Existe siquiera alguien capaz de hacer eso?» Pero, si no, ¿cómo podía ser?