26/01/2019, 22:11
(Última modificación: 26/01/2019, 22:12 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
—Entiendo lo que me estás queriendo decir, Hanabi. Pero una infiltración no es lo mismo que yo ahora coja y me muera, en el sitio donde estoy. —Extendió los brazos y señaló al suelo, levantándose—. Se puede hablar, ojo, pero así de primeras... y en cualquier caso, yo no puedo tomar una decisión a...
—Y por eso yo soy la Arashikage —dijo una voz a las espaldas de Shanise, que se volteó de golpe. Por allí venía Yui, acompañada del tembloroso ANBU—. A ver, qué pasa aquí.
Shanise comenzó a contarle todo lo que habían hablado. A cada golpe, Yui encajaba como podía, no sin murmullos y quejas por lo bajo —al fin y al cabo, le había dado todo el poder a Shanise. No podía quejarse—. Pero cuando llegó a la última parte, sonrió. Sonrió, y miró a Hanabi. Y comenzó a caminar hacia él a toda velocidad, enseñando esos dientes en forma de sierra. Sus pasos eran como los de un gigante. El suelo casi parecía retumbar.
Y cuando llegó frente a Hanabi...
...Yui extendió la mano.
—Tienes unos huevos de acero, pero yo tengo más. Y eso que no tengo. —Yui agitó la mano, como esperando que se la estrechara—. ¿Una Alianza? Parece que te pareces más a Shiona de lo que creía. ¡Ja! Qué estúpida, pero qué buena líder que fue. Siempre creyendo que podríamos tener paz y estabilidad para siempre.
»Pero la estupidez es contagiosa, por desgracia. Creeré una vez más en su ideal.
Agitó la mano una vez más.
»Vamos, Hanabi. Hagamos un vínculo de sangre. Pero no sólo nuestros ninjas. Hagamos un vínculo de sangre LOS TRES. Y cualquiera que quiera subir al poder después de nosotros tendrá que pasar también por el trámite.
—P... pero Yui-sama, la fórmula...
—Dile a tus Uzumaki si pueden fabricar una clave de sellado que pueda dividirse en tres, Hanabi. Coño, Shanise, piensa un poco, parece mentira que la experta seas tú. —Volvió a mirar a Hanabi—. ¿Y bien? ¿Se puede hacer? ¿Tienes los huevos de demostrar de una vez que los uzujin tenéis tan buena intención como decís, Hanabi?
»Si es tan necesario que se rompa el vínculo, moriré por mi puta aldea. Ese es el trabajo de un kage. Joder.
—Y por eso yo soy la Arashikage —dijo una voz a las espaldas de Shanise, que se volteó de golpe. Por allí venía Yui, acompañada del tembloroso ANBU—. A ver, qué pasa aquí.
Shanise comenzó a contarle todo lo que habían hablado. A cada golpe, Yui encajaba como podía, no sin murmullos y quejas por lo bajo —al fin y al cabo, le había dado todo el poder a Shanise. No podía quejarse—. Pero cuando llegó a la última parte, sonrió. Sonrió, y miró a Hanabi. Y comenzó a caminar hacia él a toda velocidad, enseñando esos dientes en forma de sierra. Sus pasos eran como los de un gigante. El suelo casi parecía retumbar.
Y cuando llegó frente a Hanabi...
...Yui extendió la mano.
—Tienes unos huevos de acero, pero yo tengo más. Y eso que no tengo. —Yui agitó la mano, como esperando que se la estrechara—. ¿Una Alianza? Parece que te pareces más a Shiona de lo que creía. ¡Ja! Qué estúpida, pero qué buena líder que fue. Siempre creyendo que podríamos tener paz y estabilidad para siempre.
»Pero la estupidez es contagiosa, por desgracia. Creeré una vez más en su ideal.
Agitó la mano una vez más.
»Vamos, Hanabi. Hagamos un vínculo de sangre. Pero no sólo nuestros ninjas. Hagamos un vínculo de sangre LOS TRES. Y cualquiera que quiera subir al poder después de nosotros tendrá que pasar también por el trámite.
—P... pero Yui-sama, la fórmula...
—Dile a tus Uzumaki si pueden fabricar una clave de sellado que pueda dividirse en tres, Hanabi. Coño, Shanise, piensa un poco, parece mentira que la experta seas tú. —Volvió a mirar a Hanabi—. ¿Y bien? ¿Se puede hacer? ¿Tienes los huevos de demostrar de una vez que los uzujin tenéis tan buena intención como decís, Hanabi?
»Si es tan necesario que se rompa el vínculo, moriré por mi puta aldea. Ese es el trabajo de un kage. Joder.