30/01/2019, 13:28
—¿Pero por qué te disculpas, Ayame? —dijo una Shanise envuelta en lágrimas de alegría—. ¡Oh, sí! Las esposas... lo siento. —La jounin deslizó sus manos hacia la espalda y sacó la llave con la que a continuación retiraría las esposas supresoras de chakra de Ayame—. ¿Puedes levantarte, o te ayudamos?
—¡Al fin! La jinchuuriki ha vuelto.
—Estaba harto de tener que lidiar con ese monstruo día sí y día también... Bienvenida, Guardiana.
Shanise se giró y les dirigió a sus ANBU una mirada severa.
—Se llama Ayame —espetó—. Y ahora, moved el culo de vuelta a Amegakure y decidle a Yui-sama que todo ha salido bien. Yo me quedaré hasta que Ayame pueda emprender el viaje sana y salva.
—¡Al fin! La jinchuuriki ha vuelto.
—Estaba harto de tener que lidiar con ese monstruo día sí y día también... Bienvenida, Guardiana.
Shanise se giró y les dirigió a sus ANBU una mirada severa.
—Se llama Ayame —espetó—. Y ahora, moved el culo de vuelta a Amegakure y decidle a Yui-sama que todo ha salido bien. Yo me quedaré hasta que Ayame pueda emprender el viaje sana y salva.