30/01/2019, 18:12
(Última modificación: 30/01/2019, 18:12 por Aotsuki Ayame.)
—Miembros del Consejo de Sabios Uzumaki de Uzushiogakure —contestó Shanise.
Y Ayame se quedó boquiabierta.
—¿Uzushio...gakure? —repitió, incapaz de dar crédito a lo que acababa de escuchar.
—Nuestro equipo en Amegakure no consiguió hallar la forma de revertirlo. En cuanto cómo lo han hecho, tengo la sensación de que ni ellos entienden muy bien cómo —se rio en voz alta—, pero lo han hecho, y ahora vuelves a estar aquí, y eso es lo que importa.
Shanise intercambió la mirada con ella, y Ayame no pudo evitar sonrojarse y romper el contacto visual, agachando la cabeza. Y ella había llegado a pensar que se habían olvidado de ella...
—Tuvimos que hacer algunas concesiones, aunque al final creo que el acuerdo fue beneficioso para todos. Ahora somos aliados. Hemos formado la Alianza de las Tres Grandes. Uzushiogakure, Amegakure, Kusagakure.
La muchacha ahogó una exclamación de euforia, pero, y aunque trató de esconderlo, no pudo evitar que una sonrisa temblara en sus labios.
«¡Lo hemos conseguido, Eri-chan!» Pensó para sí, radiante de felicidad. Desconocía si su carta había llegado finalmente a manos del Uzukage, aunque esperaba que sí, pero todo parecía indicar que, tal y como deseaban, la tensión entre las tres aldeas había terminado por fin.
Aunque no se podía decir lo mismo sobre la relación entre ciertos shinobi...
—¿Puedo preguntar qué tipo de concesión, Shanise-senpai? —preguntó en apenas un susurro, apurada ante la posibilidad de que la aldea hubiera tenido que hacer un gran sacrificio sólo por ella.
Y Ayame se quedó boquiabierta.
—¿Uzushio...gakure? —repitió, incapaz de dar crédito a lo que acababa de escuchar.
—Nuestro equipo en Amegakure no consiguió hallar la forma de revertirlo. En cuanto cómo lo han hecho, tengo la sensación de que ni ellos entienden muy bien cómo —se rio en voz alta—, pero lo han hecho, y ahora vuelves a estar aquí, y eso es lo que importa.
Shanise intercambió la mirada con ella, y Ayame no pudo evitar sonrojarse y romper el contacto visual, agachando la cabeza. Y ella había llegado a pensar que se habían olvidado de ella...
—Tuvimos que hacer algunas concesiones, aunque al final creo que el acuerdo fue beneficioso para todos. Ahora somos aliados. Hemos formado la Alianza de las Tres Grandes. Uzushiogakure, Amegakure, Kusagakure.
La muchacha ahogó una exclamación de euforia, pero, y aunque trató de esconderlo, no pudo evitar que una sonrisa temblara en sus labios.
«¡Lo hemos conseguido, Eri-chan!» Pensó para sí, radiante de felicidad. Desconocía si su carta había llegado finalmente a manos del Uzukage, aunque esperaba que sí, pero todo parecía indicar que, tal y como deseaban, la tensión entre las tres aldeas había terminado por fin.
Aunque no se podía decir lo mismo sobre la relación entre ciertos shinobi...
—¿Puedo preguntar qué tipo de concesión, Shanise-senpai? —preguntó en apenas un susurro, apurada ante la posibilidad de que la aldea hubiera tenido que hacer un gran sacrificio sólo por ella.