18/10/2015, 13:51
Se alegró de sentir como el Uchiha, con su parsimonia y expresión en la cara de siempre, había decidido seguirla en el pequeño paseo improvisado al que había invitado al rubio. Lo peor es que se sentía estúpida, ¿no era que estaban enfadados? Negó con la cabeza y esperó a que el chico se posicionase a su lado, así comenzarían la caminata por las arenas blanquecinas de las costas del Remolino, sin blancas aves emitiendo sonidos extraños.
Miró a su compañero, lo inspeccionó con la mirada, pero no encontró nada fuera de lo común, un rostro serio, el rostro de hielo del Uchiha y volvió a suspirar, deseaba con todas sus fuerzas haber rectificado la trayectoria del vuelo de la gallina hasta su cara, seguramente el chico ni hubiese alzado una ceja, ¡estúpido Uchiha!
- Y... ¿Cómo te ha ido este último mes? - Preguntó, como quien pregunta que va a llover un día que está completamente nublado. Esa era la capacidad de Eri a las cuatro de la madrugada, la de una patata pocha.
Hablando de patatas...
La joven de cabellos azules tropezó en la arena, cayendo de boca contra el suelo. Sus pelo, desperdigado por todas las partes de su cabeza, ahora lucía lleno de pequeñas porciones de arena. Rápidamente se incorporó y escupió la arena que se le había metido a la boca, ¿con qué narices se habría tropezado? Se giró y observó como algo sobresalía de la arena, pero que gracias a la poca luz de la luna no se podría haber divisado si no te hubieses parado a mirar justamente a ese lugar. Empezó a escabar con sus manos y encontró tres huevos enterrados en la arena.
''¿Serán de la gallina?''
Para desgracia de Eri uno de los huevos - seguramente con el que había tropezado - tenía el cascarón roto, la joven se mordió el labio, ¿y si volvía la gallina a picarla en los ojos por matar a su cría? Negó rápidamente con la cabeza y se puso de rodillas, cogiendo los huevos con las manos. Para su sorpresa, el cascarón comenzó a caer solo, y un polluelo amarillo salió del cascarón.
-¡Mío! - Comenzó el pollo. Erimiró a Nabi, sin saber qué hacer ni cómo actuar.
Esto no podía ser más surrealista.
Miró a su compañero, lo inspeccionó con la mirada, pero no encontró nada fuera de lo común, un rostro serio, el rostro de hielo del Uchiha y volvió a suspirar, deseaba con todas sus fuerzas haber rectificado la trayectoria del vuelo de la gallina hasta su cara, seguramente el chico ni hubiese alzado una ceja, ¡estúpido Uchiha!
- Y... ¿Cómo te ha ido este último mes? - Preguntó, como quien pregunta que va a llover un día que está completamente nublado. Esa era la capacidad de Eri a las cuatro de la madrugada, la de una patata pocha.
Hablando de patatas...
La joven de cabellos azules tropezó en la arena, cayendo de boca contra el suelo. Sus pelo, desperdigado por todas las partes de su cabeza, ahora lucía lleno de pequeñas porciones de arena. Rápidamente se incorporó y escupió la arena que se le había metido a la boca, ¿con qué narices se habría tropezado? Se giró y observó como algo sobresalía de la arena, pero que gracias a la poca luz de la luna no se podría haber divisado si no te hubieses parado a mirar justamente a ese lugar. Empezó a escabar con sus manos y encontró tres huevos enterrados en la arena.
''¿Serán de la gallina?''
Para desgracia de Eri uno de los huevos - seguramente con el que había tropezado - tenía el cascarón roto, la joven se mordió el labio, ¿y si volvía la gallina a picarla en los ojos por matar a su cría? Negó rápidamente con la cabeza y se puso de rodillas, cogiendo los huevos con las manos. Para su sorpresa, el cascarón comenzó a caer solo, y un polluelo amarillo salió del cascarón.
-¡Mío! - Comenzó el pollo. Erimiró a Nabi, sin saber qué hacer ni cómo actuar.
Esto no podía ser más surrealista.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)