26/02/2019, 23:18
Una voz respondió a Datsue desde sus espaldas.
—¿Que qué quiero de ti, Datsue? ¿Que qué quiero de ti? —Daruu acababa de materializarse tras el Uchiha. Esto es, un clon de agua; lo pudo reconocer fácilmente gracias al Sharingan. Caminaba hacia él lentamente, con los brazos extendidos hacia los lados—. Después de aquella aventura en la isla... después de aquella conversación tácita en la colina del País de la Tormenta... ¡Me juraste arreglar tu relación con Ayame! ¡Me lo juraste! Y tú llegaste al estadio y la pusiste contra las cuerdas montando todo aquél espectáculo. —Le señaló con un dedo, acusador, y se detuvo a medio camino—. ¡Arriesgué mi puta vida para tratar de que Shanise intercediera ante Yui por ti, eso es lo que hice! ¿¡Nunca te preguntaste por qué ella también se lanzó a por ti de esa manera en el examen!? —Keisuke era un traidor. Si no quería quedar él como uno también, había que pagar el precio. Si quería que Shanise no le cogiera manía y vigilase sus movimientos a partir de ese momento, debía demostrar que era leal.
»¡A tu Hermano, del Desierto, claro! ¡A tu Hermano! No me hagas reír. El que me "ayudó" a salvar a Ayame, ¿no? ¿¡Sabes lo que le hice yo a tu Hermano antes de que ordenase a Uzumaki Eri que me esposara!? ¿¡Sabes qué fue!? ¡¡AGRADECÉRSELO!! Y él me esposó, me llevó ante Hanabi, y cuando estuve a solas con él para que Eri no pudiera contarle la verdad, le dijo sin inmutarse que YO no habría dejado que la llevase al hospital. ¡Me cago en la puta, Datsue! Sí, le ataqué. Sí, no debí hacerlo. —No por Akame. No por Hanabi. Desde luego, no por Datsue. El General Rata estaba muerto, y qué bien que lo estuviese. No debió hacerlo por Ayame—. Pero lo hice. Lo hice porque me calenté. Lo hice porque no pude más, me habían traicionado demasiados Uchiha ya ese día. ¿Qué esperaba conseguir Akame a cambio de Ayame? Aunque esté muerto —y no por mi mano—, y ya no nos lo pueda contar, supongo que lo sé.
»A Aiko. A su manera. ¿Mejor, eh? A joder a todo el mundo a cambio. Ya la tienes, ¿no? Pues bien, ¿ha merecido la pena, Datsue? ¿La ha merecido? ¿Que qué quiero de ti, dices, puta rata?
»Ya te dije lo que quería una vez. Me juraste que me lo darías. Y me diste una puta mierda. Me has tratado como a todos con los que te cruzas día a día. Como a un cubo donde verter tus sucias mentiras. Ya no quiero nada de ti.
O sí. Puede ser que sí quisiera algo de él. Quería algo, sí. Reventarle la puta cara contra el suelo. O pagarle con la misma moneda que le pagó a Ayame. Así quizás aprendería lo fácil que es perder el control ante un bocazas.
...así que Daruu levantó el brazo derecho, lentamente... y con un sello manual, desplegó una de sus katanas ocultas.
—Fue con esta. —Sonrió, y le guiñó el ojo.
—¿Que qué quiero de ti, Datsue? ¿Que qué quiero de ti? —Daruu acababa de materializarse tras el Uchiha. Esto es, un clon de agua; lo pudo reconocer fácilmente gracias al Sharingan. Caminaba hacia él lentamente, con los brazos extendidos hacia los lados—. Después de aquella aventura en la isla... después de aquella conversación tácita en la colina del País de la Tormenta... ¡Me juraste arreglar tu relación con Ayame! ¡Me lo juraste! Y tú llegaste al estadio y la pusiste contra las cuerdas montando todo aquél espectáculo. —Le señaló con un dedo, acusador, y se detuvo a medio camino—. ¡Arriesgué mi puta vida para tratar de que Shanise intercediera ante Yui por ti, eso es lo que hice! ¿¡Nunca te preguntaste por qué ella también se lanzó a por ti de esa manera en el examen!? —Keisuke era un traidor. Si no quería quedar él como uno también, había que pagar el precio. Si quería que Shanise no le cogiera manía y vigilase sus movimientos a partir de ese momento, debía demostrar que era leal.
»¡A tu Hermano, del Desierto, claro! ¡A tu Hermano! No me hagas reír. El que me "ayudó" a salvar a Ayame, ¿no? ¿¡Sabes lo que le hice yo a tu Hermano antes de que ordenase a Uzumaki Eri que me esposara!? ¿¡Sabes qué fue!? ¡¡AGRADECÉRSELO!! Y él me esposó, me llevó ante Hanabi, y cuando estuve a solas con él para que Eri no pudiera contarle la verdad, le dijo sin inmutarse que YO no habría dejado que la llevase al hospital. ¡Me cago en la puta, Datsue! Sí, le ataqué. Sí, no debí hacerlo. —No por Akame. No por Hanabi. Desde luego, no por Datsue. El General Rata estaba muerto, y qué bien que lo estuviese. No debió hacerlo por Ayame—. Pero lo hice. Lo hice porque me calenté. Lo hice porque no pude más, me habían traicionado demasiados Uchiha ya ese día. ¿Qué esperaba conseguir Akame a cambio de Ayame? Aunque esté muerto —y no por mi mano—, y ya no nos lo pueda contar, supongo que lo sé.
»A Aiko. A su manera. ¿Mejor, eh? A joder a todo el mundo a cambio. Ya la tienes, ¿no? Pues bien, ¿ha merecido la pena, Datsue? ¿La ha merecido? ¿Que qué quiero de ti, dices, puta rata?
»Ya te dije lo que quería una vez. Me juraste que me lo darías. Y me diste una puta mierda. Me has tratado como a todos con los que te cruzas día a día. Como a un cubo donde verter tus sucias mentiras. Ya no quiero nada de ti.
O sí. Puede ser que sí quisiera algo de él. Quería algo, sí. Reventarle la puta cara contra el suelo. O pagarle con la misma moneda que le pagó a Ayame. Así quizás aprendería lo fácil que es perder el control ante un bocazas.
...así que Daruu levantó el brazo derecho, lentamente... y con un sello manual, desplegó una de sus katanas ocultas.
—Fue con esta. —Sonrió, y le guiñó el ojo.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)