20/03/2019, 00:25
«Perdóname, Hermano…»
Esos fueron sus últimos pensamientos antes de que se viese arrastrado a un mundo de tinieblas, donde el tiempo pareció detenerse y su conciencia quedó reducida a una mera mota de polvo en la inmensidad del universo. Su mente, tan débil como el pulso de un anciano en su lecho de muerte, apenas lograba entrelazar ideas inconexas y sin sentido.
Flotaba. Sobre un río negro, encima de una barca negra bajo un cielo negro.
Se oyó un gran estruendo. Una gigantesca piedra cayendo de costado. Las sombras envolvieron su cuerpo como serpientes constrictoras.
Una voz femenina le habló. Desprendía un olor dulzón y putrefacto al mismo tiempo. Le ofreció una cesta con comida. No sabía por qué, pero tenía hambre. Mucha hambre. Tomó una pieza de fruta y…
Y el reloj de arena que tenía dibujado en la espalda brilló por un instante. Toda la arena había caído al fondo, y ahora, desafiando a la lógica, subía, como si quisiese revertir el tiempo. Algo tiró de Datsue con fuerza, haciéndole ascender en aquel mundo de tinieblas. Oyó un grito de rabia. Una maldición y una promesa de muerte.
La piedra retumbó al caer. No oyó nada más.
Su mente se despertó.
«Perdóname, Hermano… pero todavía me quedan cosas por hacer aquí».
Aunque seguía jodido. Oh, sí, lo estaba. Le habían alcanzado con un jodido géiser a bocajarro. Pero, por lo demás, estaba bien. ¿El boquete en el hombro? No quedaba ni cicatriz. ¿Las heridas hechas por el segundo géiser? Tan solo un recuerdo lejano.
Abrió los ojos.
—¿¡Qué coño!? —gritó, asustado, al ver a Daruu a centímetros de él. Le apartó de un manotazo, por puro instinto, y al echarse a un lado cayó de bruces contra el suelo.
Se rehízo como buenamente pudo.
—¿¡Dónde coño me has traído!? —Pero, ¿no estaban en el río? ¿Qué cabaña era esa? ¿Dónde estaban?
Le hubiese gustado activar el Sharingan, pero se sentía agotado. Su fuuinjutsu especial había drenado casi todas sus energías. Había desafiado a la mismísima muerte. Eso nunca salía gratis.
1 AO mantenida
1 AO revelada: La primera AO fue colocarme el Gyaku Jikan no Juin en la parte alta de la espalda, bajo la camisa, después de recibir el primer géiser en el post #8.
Esos fueron sus últimos pensamientos antes de que se viese arrastrado a un mundo de tinieblas, donde el tiempo pareció detenerse y su conciencia quedó reducida a una mera mota de polvo en la inmensidad del universo. Su mente, tan débil como el pulso de un anciano en su lecho de muerte, apenas lograba entrelazar ideas inconexas y sin sentido.
Flotaba. Sobre un río negro, encima de una barca negra bajo un cielo negro.
Se oyó un gran estruendo. Una gigantesca piedra cayendo de costado. Las sombras envolvieron su cuerpo como serpientes constrictoras.
Una voz femenina le habló. Desprendía un olor dulzón y putrefacto al mismo tiempo. Le ofreció una cesta con comida. No sabía por qué, pero tenía hambre. Mucha hambre. Tomó una pieza de fruta y…
Y el reloj de arena que tenía dibujado en la espalda brilló por un instante. Toda la arena había caído al fondo, y ahora, desafiando a la lógica, subía, como si quisiese revertir el tiempo. Algo tiró de Datsue con fuerza, haciéndole ascender en aquel mundo de tinieblas. Oyó un grito de rabia. Una maldición y una promesa de muerte.
La piedra retumbó al caer. No oyó nada más.
Su mente se despertó.
«Perdóname, Hermano… pero todavía me quedan cosas por hacer aquí».
Aunque seguía jodido. Oh, sí, lo estaba. Le habían alcanzado con un jodido géiser a bocajarro. Pero, por lo demás, estaba bien. ¿El boquete en el hombro? No quedaba ni cicatriz. ¿Las heridas hechas por el segundo géiser? Tan solo un recuerdo lejano.
Abrió los ojos.
—¿¡Qué coño!? —gritó, asustado, al ver a Daruu a centímetros de él. Le apartó de un manotazo, por puro instinto, y al echarse a un lado cayó de bruces contra el suelo.
Se rehízo como buenamente pudo.
—¿¡Dónde coño me has traído!? —Pero, ¿no estaban en el río? ¿Qué cabaña era esa? ¿Dónde estaban?
Le hubiese gustado activar el Sharingan, pero se sentía agotado. Su fuuinjutsu especial había drenado casi todas sus energías. Había desafiado a la mismísima muerte. Eso nunca salía gratis.
1 AO mantenida
1 AO revelada: La primera AO fue colocarme el Gyaku Jikan no Juin en la parte alta de la espalda, bajo la camisa, después de recibir el primer géiser en el post #8.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado