Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#23
Aunque Datsue había dicho más cosas y Daruu había querido volver a contestarle, ahora el muchacho se había quedado blanco como la cera. Con la boca abierta. Levantó el dedo índice dispuesto a continuar la discusión, pero lo bajó. Lo volvió a subir. Su calentada cabeza pareció procesar durante un largo minuto una pieza clave de información.

Un momento. ¿Kaido? ¿Exiliado? —dijo—. Pero si... si se le había dado por muerto... —Daruu apartó la mirada a un lado y le dedicó un breve pensamiento. Apretó los dientes. ¿El cabrón les había traicionado? ¿Pero por qué haría algo así? Que él supiera, Kaido era uno de los shinobi más leales a la Arashikage. Quizás más que todos sus otros conocidos, también porque tenía una personalidad similar—. Bien, un problema más, tócate los huevos.

Daruu sacudió la cabeza.

¡Yo tampoco os entiendo a vosotros! ¡Pero el chico con el que me comí aquél jabalí en la isla...! ¡Creía que era de verdad! ¡Y al final me traicionaste, y no sólo una vez! ¡Y ya solo descontando todo lo demás —que cada aldea hizo lo suyo, vale, te lo acepto—, si tanto te arrepentiste de sellarme aquella mierda deberías de haberlo dicho! ¡Yo podría haber hablado con Ayame, podríamos haber quedado!

»¡Y la mierda de tu puto polvo de virgencito habría quedado saldada desde el principio! ¡PERO NO! ¡Tenías que idear un PLAN a escala MUNDIAL, UNA GRANDIOSA VENGANZA! Como un niño pequeño con un puto sello explosivo de clase A. ¡Patético!
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
Responder


Mensajes en este tema
RE: De guerras pequeñas en tiempos de paz - por Amedama Daruu - 20/03/2019, 20:59


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.