24/10/2015, 14:33
Nabi se levantó y siguió a Eri que se había parado a esperarle, sintiéndose mal de tanto odio injustificado que le echaba encima al pobre Uchiha que solo quería su bienestar. Así pues, cuando estuvieron a la misma altura empezaron a pasear por la costa, el rubio llevaba las manos metidas en los bolsillos porque hacía bastante fresco a esas horas al lado del mar en esa estación del año. Más que de costumbre ese dia, todo había que decirlo. Él iba pensando en qué iba a desayunar mientras que ella le miraba de vez en cuando dándole vueltas a la tontería del chico.
La peliazul empezó la conversación, como siempre. Le preguntó a Nabi que qué tal había pasado aquel último mes. Antes de que la pregunta hubiera llegado al cerebro del shinobi siquiera, la chica tropezó yendo de cabeza al suelo. Por suerte, tantos años de entrenamiento como ninja, le habían servido de algo al Uchiha, a eso le tienes que sumar el hecho de que Eri tropezándose era algo normal para él y ya había desarrollado un sexto sentido que estaba siempre alerta de cuando la peliazul iba de boca al suelo. Así pues, logró sacar la mano a tiempo para agarrar los ropajes de la muchacha por la espalda y evitar que llegara a hacer contacto con el suelo. No tenia fuerza suficiente para levantarla, pero la dejó en el suelo lentamente, evitando los daños que pudiera haberse llevado.
Después de soltarla, evidentemente se agacharía para ayudarla a levantarse, pero la chica, ignorandole por completo, iría a ver con qué había tropezado. Escarbó un poco en la arena, para acabar sacando unos huevos que parecían de gallina, pero debían tener algún tipo de mutación extraña para haber resistido la "patada" de la muchacha sin romperse, aunque había uno que tenia una raja importante. De repente, ese mismo empezó a moverse, hasta que una cosa amarilla se asomó desde su interior, soltando algo que no parecía propio de un pollo.
Eri le miró buscando algún tipo de explicación, el Uchiha se encogió de hombros.
La radiación solar les habrá hecho mutar.
La peliazul empezó la conversación, como siempre. Le preguntó a Nabi que qué tal había pasado aquel último mes. Antes de que la pregunta hubiera llegado al cerebro del shinobi siquiera, la chica tropezó yendo de cabeza al suelo. Por suerte, tantos años de entrenamiento como ninja, le habían servido de algo al Uchiha, a eso le tienes que sumar el hecho de que Eri tropezándose era algo normal para él y ya había desarrollado un sexto sentido que estaba siempre alerta de cuando la peliazul iba de boca al suelo. Así pues, logró sacar la mano a tiempo para agarrar los ropajes de la muchacha por la espalda y evitar que llegara a hacer contacto con el suelo. No tenia fuerza suficiente para levantarla, pero la dejó en el suelo lentamente, evitando los daños que pudiera haberse llevado.
Después de soltarla, evidentemente se agacharía para ayudarla a levantarse, pero la chica, ignorandole por completo, iría a ver con qué había tropezado. Escarbó un poco en la arena, para acabar sacando unos huevos que parecían de gallina, pero debían tener algún tipo de mutación extraña para haber resistido la "patada" de la muchacha sin romperse, aunque había uno que tenia una raja importante. De repente, ese mismo empezó a moverse, hasta que una cosa amarilla se asomó desde su interior, soltando algo que no parecía propio de un pollo.
Eri le miró buscando algún tipo de explicación, el Uchiha se encogió de hombros.
La radiación solar les habrá hecho mutar.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)