25/10/2015, 15:53
Puesto que el rubio dijo algo que prefirió olvidar miró de nuevo al pollo que se encontraba entre sus manos, soltando sonidos poco normales en un polluelo. Suspiró, sí, seguramente podría ser más surrealista, su vida en sí era demasiado surrealista, ¡como para pintar cuadros! En fin... Hizo un agujero en el suelo donde dejar los huevos de nuevo y a la cría con ellos, para que la madre no se preocupase al volver y ver que no se encontraban donde los había dejado, pero el pollo se negaba a abandonar sus manos, así que la joven de cabellos azules se levantó con el ceño fruncido y el animal amarillo en su mano izquierda.
Se acercó a Nabi para poder seguir interrogándole, aún con la cría en su mano buena, y, hablando del pollo, éste, cuando vio el color tan perfecto del shinobi del remolino, pegó un bote y se subió a su cabeza, perdiéndose entre su dorado cabello. La joven huérfana miró al chico de ojos azabache, intentando descifrar si se sentía ofendido, o algo, no entendía todavía la actitud de su... ¿Su antiguo mejor amigo?
-¡Mío! ¡Mío! - Seguía piando el polluelo entre los cabellos del Uchiha, Eri intentó evitar soltar una carcajada, tal y como tenía el pelo Nabi, solo se diferenciaba el pequeño pico del ave. Se acercó, curiosa, intentando, o queriendo intentar quitar al pobre pollito de la cabeza del mayor. Así, quedó cerca de su compañero de paseo esa noche, y, poniéndose de puntillas, acercó ambas manos a la cabeza de Nabi, buscando con ellas algo que no fuese su sedoso cabello. Se mordió el labio inferior, y cuando notó unos picotazos en su dedo índice, tomó al pollito entre sus dedos y lo sacó de entre los hilos amarillos. Su expresión se dibujó como una de satisfacción. Sin embargo ahora saltó a su propia cabeza. Dejando a Eri con ambas manos sobre la cabeza del chico, muy cerca de su rostro, y aún de puntillas.
Se sonrojó de inmediato, mirando ahora a Nabi a los ojos, esos pozos negros en los que se había caído millones de veces. ¿Qué hacer? ¿Retirarse de inmediato? ¿Quedarse así hasta que se separase él? En su cabeza habían muchas preguntas y ninguna respuesta le parecía bien. Volvió a morderse el labio y esta vez se fijó en sus labios. No eran como los de ella, eran más pálidos, y le entró la duda... Había visto muchas veces este tipo de escenas, y acababan o bien, alguno de los dos terminaba cayéndose o retirándose, o bien...
''Joder...'' Su corazón se aceleró con solo de pensarlo. Y, antes de poder actuar con claridad, pegó sus labios con los del Uchiha.
Se acercó a Nabi para poder seguir interrogándole, aún con la cría en su mano buena, y, hablando del pollo, éste, cuando vio el color tan perfecto del shinobi del remolino, pegó un bote y se subió a su cabeza, perdiéndose entre su dorado cabello. La joven huérfana miró al chico de ojos azabache, intentando descifrar si se sentía ofendido, o algo, no entendía todavía la actitud de su... ¿Su antiguo mejor amigo?
-¡Mío! ¡Mío! - Seguía piando el polluelo entre los cabellos del Uchiha, Eri intentó evitar soltar una carcajada, tal y como tenía el pelo Nabi, solo se diferenciaba el pequeño pico del ave. Se acercó, curiosa, intentando, o queriendo intentar quitar al pobre pollito de la cabeza del mayor. Así, quedó cerca de su compañero de paseo esa noche, y, poniéndose de puntillas, acercó ambas manos a la cabeza de Nabi, buscando con ellas algo que no fuese su sedoso cabello. Se mordió el labio inferior, y cuando notó unos picotazos en su dedo índice, tomó al pollito entre sus dedos y lo sacó de entre los hilos amarillos. Su expresión se dibujó como una de satisfacción. Sin embargo ahora saltó a su propia cabeza. Dejando a Eri con ambas manos sobre la cabeza del chico, muy cerca de su rostro, y aún de puntillas.
Se sonrojó de inmediato, mirando ahora a Nabi a los ojos, esos pozos negros en los que se había caído millones de veces. ¿Qué hacer? ¿Retirarse de inmediato? ¿Quedarse así hasta que se separase él? En su cabeza habían muchas preguntas y ninguna respuesta le parecía bien. Volvió a morderse el labio y esta vez se fijó en sus labios. No eran como los de ella, eran más pálidos, y le entró la duda... Había visto muchas veces este tipo de escenas, y acababan o bien, alguno de los dos terminaba cayéndose o retirándose, o bien...
''Joder...'' Su corazón se aceleró con solo de pensarlo. Y, antes de poder actuar con claridad, pegó sus labios con los del Uchiha.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)