25/03/2019, 01:23
—Dame pequeñas indicaciones, sí. Pero vas a comprobar en primera persona, Daruu, que eso de hacer las paces con Ayame no es tan fácil como piensas.
—Aahhh, amigo, después de todo lo que ha pasado va a ser difícil. Pero míranos, aquí charlando tranquilamente.
—¿Sí? ¿El tajo fue profundo? —preguntó, más orgulloso de sí mismo que consternado—. A mí me reventaste bien también, cabrón. Lo de mi técnica, si quieres te la cuento, hombre —dijo. Hoy se sentía generoso—. Verás, en realidad no es ningún jutsu. Fue cosa de Izanami. Ella… se asustó. Se acojonó al verme, tío. Pensó que sus días de gloria habían terminado con mi llegada, así que cerró las puertas del Yomi y me mandó de vuelta aquí. ¡Que sí! ¡No ruedes los ojos! ¡Así pasó, así lo cuento! —exclamó a Daruu, aunque apenas podía contener la sonrisilla pícara.
Evidentemente, Daruu había rodado los ojos. Había resoplado. Pero también se rio, de buena gana. Al final acababa el día feliz.
Y pensó: hostia puta. Otra barricada mental que voy a tener que ponerme.
—Oye —agregó, poniéndose serio—, ¿te contó Ayame que me la encontré? Cuando ella estaba poseída por Kokuō, digo.
—Mmh... —caviló, y apartó la mirada. Se cruzó de brazos, y comenzó a caminar hacia la salida, con la evidente intención de que Datsue le acompañara—. Ven, te llevo más o menos por el camino hasta que te orientes. Pues a ver, Datsue, sí, sí me lo dijo, pero no sé lo que le hiciste o dijiste que no quiso hablar más y... mencionó algo así como... hijo de puta. Algo así, sí. No sé cuánto hará eso que te perdone más o menos...
—Aahhh, amigo, después de todo lo que ha pasado va a ser difícil. Pero míranos, aquí charlando tranquilamente.
—¿Sí? ¿El tajo fue profundo? —preguntó, más orgulloso de sí mismo que consternado—. A mí me reventaste bien también, cabrón. Lo de mi técnica, si quieres te la cuento, hombre —dijo. Hoy se sentía generoso—. Verás, en realidad no es ningún jutsu. Fue cosa de Izanami. Ella… se asustó. Se acojonó al verme, tío. Pensó que sus días de gloria habían terminado con mi llegada, así que cerró las puertas del Yomi y me mandó de vuelta aquí. ¡Que sí! ¡No ruedes los ojos! ¡Así pasó, así lo cuento! —exclamó a Daruu, aunque apenas podía contener la sonrisilla pícara.
Evidentemente, Daruu había rodado los ojos. Había resoplado. Pero también se rio, de buena gana. Al final acababa el día feliz.
Y pensó: hostia puta. Otra barricada mental que voy a tener que ponerme.
—Oye —agregó, poniéndose serio—, ¿te contó Ayame que me la encontré? Cuando ella estaba poseída por Kokuō, digo.
—Mmh... —caviló, y apartó la mirada. Se cruzó de brazos, y comenzó a caminar hacia la salida, con la evidente intención de que Datsue le acompañara—. Ven, te llevo más o menos por el camino hasta que te orientes. Pues a ver, Datsue, sí, sí me lo dijo, pero no sé lo que le hiciste o dijiste que no quiso hablar más y... mencionó algo así como... hijo de puta. Algo así, sí. No sé cuánto hará eso que te perdone más o menos...
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)