25/03/2019, 23:02
—¡Cuenta conmigo al cien por cien, tío! —dijo—. Hay que detener a esos cabrones hijos de puta. Y oye, no dudes en hacerlo tú también. Y ten mucho cuidado, no queremos que te reviertan el sello a ti también, ¿vale?
Lo sabía. Nadie quería eso. Ni siquiera el propio Shukaku.
—Lo tendré —aseguró, levantando el pulgar. Oh, sí. Iba a tener mucho cuidado. Mucho cuidado para matarles muy, muy despacio. No quería cometer el error de darles una muerte rápida. Ellos no se la merecían.
Como probablemente tampoco se merecía Datsue la gran revelación que Daruu le hizo. El secreto de —seguramente— la mayor técnica que poseía: la de teletransportarse. Vio cómo marcaba con sangre un kunai y se lo tendía. Datsue lo tomó y le dio la vuelta para ver, en el mango, el kanji del caramelo. El kanji de…
«¿De qué me…?»
Oh, se acordaba. ¡Claro que se acordaba! ¡Aquella misma marca relucía en un poste del puerto junto al que se habían teletransportado, tiempo atrás! Junto a varios grafitis y marcas de parejas jurándose amor eterno, claro. «¡Y Akame tenía razón, joder! ¡Desde el puto principio!» Oonindo no era consciente de la mente privilegiada que había perdido.
—Juro no utilizar la técnica para hacerte mal alguno. Y a su vez, igual espero que no uses tu sello para lo mismo, ni... ni que tires mi kunai a un volcán o algo y me llames por el sello como si te estuvieran matando. Las cosas se hablan, ¿eh? Por favor.
Datsue prefirió no contestar a semejante propuesta de Shukaku.
—Vaya, yo… No sé qué decir. —En verdad, aquella muestra de confianza le había llegado a lo más profundo de su ser. Después de todo por lo que habían pasado… Dudaba que se lo mereciese--. Gracias —dijo, sincero—. Gracias por volver a confiar en mí, Daruu. —Y esta vez…
... fue él quien le tendió la mano para estrechársela.
Lo sabía. Nadie quería eso. Ni siquiera el propio Shukaku.
—Lo tendré —aseguró, levantando el pulgar. Oh, sí. Iba a tener mucho cuidado. Mucho cuidado para matarles muy, muy despacio. No quería cometer el error de darles una muerte rápida. Ellos no se la merecían.
Como probablemente tampoco se merecía Datsue la gran revelación que Daruu le hizo. El secreto de —seguramente— la mayor técnica que poseía: la de teletransportarse. Vio cómo marcaba con sangre un kunai y se lo tendía. Datsue lo tomó y le dio la vuelta para ver, en el mango, el kanji del caramelo. El kanji de…
«¿De qué me…?»
Oh, se acordaba. ¡Claro que se acordaba! ¡Aquella misma marca relucía en un poste del puerto junto al que se habían teletransportado, tiempo atrás! Junto a varios grafitis y marcas de parejas jurándose amor eterno, claro. «¡Y Akame tenía razón, joder! ¡Desde el puto principio!» Oonindo no era consciente de la mente privilegiada que había perdido.
—Juro no utilizar la técnica para hacerte mal alguno. Y a su vez, igual espero que no uses tu sello para lo mismo, ni... ni que tires mi kunai a un volcán o algo y me llames por el sello como si te estuvieran matando. Las cosas se hablan, ¿eh? Por favor.
«¡JIAAAAJIAJIAJIAJIA! ¡Me gusta cómo piensa este chico! Oh, Datsue, ¡tienes que hacerlo! Pero no al fondo de un volcán, la lava estropearía la marca. Haz caso al Gran Shukaku, ¿eh? Mejor a un pozo lleno de serpientes. Cuando se quiera dar cuenta, ¡estará ahogándose en veneno! ¡JIAJIAJIAJIA!»
Datsue prefirió no contestar a semejante propuesta de Shukaku.
—Vaya, yo… No sé qué decir. —En verdad, aquella muestra de confianza le había llegado a lo más profundo de su ser. Después de todo por lo que habían pasado… Dudaba que se lo mereciese--. Gracias —dijo, sincero—. Gracias por volver a confiar en mí, Daruu. —Y esta vez…
... fue él quien le tendió la mano para estrechársela.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado