26/03/2019, 20:10
—¿Puedo hacer algo por usted?
—¿Cuántas veces tengo que decirte que no me trates de usted? —preguntó, con esa voz grave y profunda que tanto le caracterizaba, por enésima vez desde que se conocían. Bueno, desde que se conocían no. Desde que Akame había suspendido el examen Chūnin pero Hanabi había decidido, aún así, darle la placa de Jōnin.
Raito pasó el umbral y se adentró en la vivienda. El Jōnin vestía también con la indumentaria oficial de la Villa, con una camisa negra y ceñida bajo el chaleco y un gunbai colgado a la espalda. Era un hombre alto, fornido y de ojos tan oscuros como las fauces de un león. Varias cicatrices surcaban sus mejillas, mal disimuladas por una barba rala de tres días. Tenía el mentón torcido, fruto de un golpe recibido con un martillo de guerra en su juventud.
El apartamento de Akame estaba tan pulcro y ordenado como hubiese esperado de un ninja como él.
—¿Te importa? —preguntó, sacando un cigarrillo de su tabaquera y prendiéndolo con un mechero, sin importarle la respuesta de su pupilo. Tal y como había hecho, más de un año atrás, en el hospital cuando se habían conocido. Ofreció uno, por si quería, a Akame. Luego se llevó el cigarrillo a los labios y dio una honda calada—. ¿Sabes? De camino aquí estuve pensando en el día que nos conocimos. ¿Lo recuerdas, Akame?
—¿Cuántas veces tengo que decirte que no me trates de usted? —preguntó, con esa voz grave y profunda que tanto le caracterizaba, por enésima vez desde que se conocían. Bueno, desde que se conocían no. Desde que Akame había suspendido el examen Chūnin pero Hanabi había decidido, aún así, darle la placa de Jōnin.
Raito pasó el umbral y se adentró en la vivienda. El Jōnin vestía también con la indumentaria oficial de la Villa, con una camisa negra y ceñida bajo el chaleco y un gunbai colgado a la espalda. Era un hombre alto, fornido y de ojos tan oscuros como las fauces de un león. Varias cicatrices surcaban sus mejillas, mal disimuladas por una barba rala de tres días. Tenía el mentón torcido, fruto de un golpe recibido con un martillo de guerra en su juventud.
El apartamento de Akame estaba tan pulcro y ordenado como hubiese esperado de un ninja como él.
—¿Te importa? —preguntó, sacando un cigarrillo de su tabaquera y prendiéndolo con un mechero, sin importarle la respuesta de su pupilo. Tal y como había hecho, más de un año atrás, en el hospital cuando se habían conocido. Ofreció uno, por si quería, a Akame. Luego se llevó el cigarrillo a los labios y dio una honda calada—. ¿Sabes? De camino aquí estuve pensando en el día que nos conocimos. ¿Lo recuerdas, Akame?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado