29/03/2019, 04:53
(Última modificación: 29/03/2019, 18:29 por Sarutobi Hanabi. Editado 2 veces en total.)
Oh, sí. De poder leerle la mente, Raito estaría de acuerdo con Akame. En efecto, Yume había estado entrenando más que nunca. Quería demostrarle a Akame que alguien sin sangre Uchiha podía ser igual de buena con sus ojos que cualquier miembro del clan. Y es que Yume poseía el Sharingan en su ojo derecho, en un trasplante quirúrgico realizado hace ya algo más de un año atrás.
Con lo que no podría estar tan de acuerdo, quizá, era con eso de que ella se alegraría con el regalo de flores. Porque, para eso, antes Akame tendría que, efectivamente, comprarlas. Y dada la situación, lo veía difícil a corto plazo. Muy difícil.
El Edificio del Uzukage estaba mucho más vacío de lo normal. Uzumaki Goro, sentado en recepción, estaba tenso y serio —más serio de lo normal—, y apenas despegó la vista de Akame hasta que este y Raito desaparecieron escaleras arriba.
Alcanzado el tercer piso, los dos Uchiha atravesaron el pasillo en un silencio sepulcral. Raito batallaba con su mano para no prenderse otro cigarrillo, en pequeños amagos que dirigía hacia el bolsillo donde guardaba su tabaquera para luego corregirlos de inmediato cuando recordaba que, allí, era el único sitio donde no debía fumar.
Raito llamó a la puerta —una de doble hoja, de roble grueso y con el símbolo del remolino en carmesí dibujado en el centro—, y la voz de Hanabi les mandó pasar de inmediato.
Hanabi, que hasta entonces estaba contemplando las vistas de Uzu a través del gran ventanal, giró la silla para encarar la nueva visita. A su lado, de pie y también más serio de lo normal, el gran Katsudon.
—Akame… Ven, siéntate —pidió el Uzukage, señalando una silla libre que tenía en frente.
Con lo que no podría estar tan de acuerdo, quizá, era con eso de que ella se alegraría con el regalo de flores. Porque, para eso, antes Akame tendría que, efectivamente, comprarlas. Y dada la situación, lo veía difícil a corto plazo. Muy difícil.
El Edificio del Uzukage estaba mucho más vacío de lo normal. Uzumaki Goro, sentado en recepción, estaba tenso y serio —más serio de lo normal—, y apenas despegó la vista de Akame hasta que este y Raito desaparecieron escaleras arriba.
Alcanzado el tercer piso, los dos Uchiha atravesaron el pasillo en un silencio sepulcral. Raito batallaba con su mano para no prenderse otro cigarrillo, en pequeños amagos que dirigía hacia el bolsillo donde guardaba su tabaquera para luego corregirlos de inmediato cuando recordaba que, allí, era el único sitio donde no debía fumar.
Raito llamó a la puerta —una de doble hoja, de roble grueso y con el símbolo del remolino en carmesí dibujado en el centro—, y la voz de Hanabi les mandó pasar de inmediato.
Hanabi, que hasta entonces estaba contemplando las vistas de Uzu a través del gran ventanal, giró la silla para encarar la nueva visita. A su lado, de pie y también más serio de lo normal, el gran Katsudon.
—Akame… Ven, siéntate —pidió el Uzukage, señalando una silla libre que tenía en frente.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado