30/03/2019, 02:38
«¡Hostia puta!»
De todo lo que se podría haber imaginado, de todas las reacciones que hubiese podido prever, aquella, sin duda, no era una de ellas. No era solo que Ayame estuviese llorando —que también—, sino la forma en que le preguntó, como enfadada consigo misma, que por qué no podía odiarle.
Sintió algo en el pecho al oírlo. Algo que le hizo sentir mal consigo mismo. Algo que le avergonzó. Por primera vez, se dio cuenta de hasta dónde habían llegado sus acciones. Hasta dónde la había empujado por meras minucias. A ella. Una chica normal, lejos de la imagen que había vendido a sus camaradas y, especialmente, a sí mismo. Una igual. Una Guardiana como él.
Lo peor de todo es que Datsue sí que no sabía cómo reaccionar ante aquellas situaciones, que muchas veces le superaban. «Míster Intrépido a Ojo Blanco. Míster Intrépido a Ojo Blanco. Solicito refuerzos de inmediato. Repito, solicito refuerzos de inmediato. ¿Qué coño hago? ¡Eh! ¿¡Qué coño hago ahora!?» Datsue no se atrevía a materializar sus pensamientos en susurros, por temor a que Ayame lo notase. Pero esperaba, rezaba, porque Daruu, de alguna forma, le oyese.
Y vaya que si le oyó.
¡Pluff!
Los refuerzos habían llegado. No en forma de consejo susurrado al oído, sino directamente la ayuda en persona. Daruu se había materializado tras una nube de humo y respondido por él a la pregunta de Ayame.
—Porque crees en la bondad de la gente. Crees en la bondad de todos. Aunque los hayas conocido toda tu vida como unos monstruos. ¿Verdad, Ayame?
»Y esa... es tu mayor virtud.
—¡Uou! ¡Vaya! Qué… grata... ¡sorpresa! —«¡Daruu por tu madre eh! Cómo le digas ahora que me estuviste chivando lo que decir nos mata a los dos. ¡Por tu madre de lo pido, piensa lo que haces!»
De todo lo que se podría haber imaginado, de todas las reacciones que hubiese podido prever, aquella, sin duda, no era una de ellas. No era solo que Ayame estuviese llorando —que también—, sino la forma en que le preguntó, como enfadada consigo misma, que por qué no podía odiarle.
Sintió algo en el pecho al oírlo. Algo que le hizo sentir mal consigo mismo. Algo que le avergonzó. Por primera vez, se dio cuenta de hasta dónde habían llegado sus acciones. Hasta dónde la había empujado por meras minucias. A ella. Una chica normal, lejos de la imagen que había vendido a sus camaradas y, especialmente, a sí mismo. Una igual. Una Guardiana como él.
Lo peor de todo es que Datsue sí que no sabía cómo reaccionar ante aquellas situaciones, que muchas veces le superaban. «Míster Intrépido a Ojo Blanco. Míster Intrépido a Ojo Blanco. Solicito refuerzos de inmediato. Repito, solicito refuerzos de inmediato. ¿Qué coño hago? ¡Eh! ¿¡Qué coño hago ahora!?» Datsue no se atrevía a materializar sus pensamientos en susurros, por temor a que Ayame lo notase. Pero esperaba, rezaba, porque Daruu, de alguna forma, le oyese.
Y vaya que si le oyó.
¡Pluff!
Los refuerzos habían llegado. No en forma de consejo susurrado al oído, sino directamente la ayuda en persona. Daruu se había materializado tras una nube de humo y respondido por él a la pregunta de Ayame.
—Porque crees en la bondad de la gente. Crees en la bondad de todos. Aunque los hayas conocido toda tu vida como unos monstruos. ¿Verdad, Ayame?
»Y esa... es tu mayor virtud.
—¡Uou! ¡Vaya! Qué… grata... ¡sorpresa! —«¡Daruu por tu madre eh! Cómo le digas ahora que me estuviste chivando lo que decir nos mata a los dos. ¡Por tu madre de lo pido, piensa lo que haces!»
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado