30/03/2019, 12:31
Daruu se cruzó de brazos, torció la cabeza y sonrió. Dio un par de pasos hacia un lado, los brazos detrás de la cabeza de forma perezosa.
—Te compraste el algodón de azúcar de color azul a propósito durante nuestro viaje a Notsuba —dijo, perezosamente—. ¿Es suficiente detalle para que me creas o necesito darte más?
»Ayame, Datsue ha entendido que el verdadero mal de Oonindo son los Generales de Kurama. A ellos les viene de puta madre que estemos divididos y peleándonos —dijo—. Y luego, mientras estamos pensando en guerras y en mierdas, te capturan a ti, se infiltran en Uzu y se cargan a Akame... —expuso—. Creo que todos estamos pensando en los nuestros, pero nadie está pensando en el conjunto. Ahora que nuestros líderes han firmado una Alianza, creo que está en nuestra mano protegerla de la mejor forma.
Señaló a Datsue.
—Este tipo ha cometido muchos errores, pero una vez luché a su lado, y sé que en el fondo es buena persona. Quizás, demasiado pasional. —Miró a Datsue de reojo—. ¡Un liante! Un bromista. Pero mejor que sea también...
»...un amigo.
Suspiró. Clavó los ojos en Ayame.
—Conocemos a alguien que mató miles de inocentes porque tenía... sus propios problemas —dijo—. Datsue estaba muy, muy confuso por muchas cosas. Quizás no al principio, cuando lo de las cebollas. —Todavía le parecía ridículo—. Pero él ya le tenía tirria a Amegakure porque sabía que Aiko estaba sellada bajo el lago. Y luego te transformaste en ella sin saber muy bien tú lo que le había pasado. Y Datsue perdió del todo la cabeza y ya fue algo personal.
Miró a Datsue con elocuencia.
«Vamos, termina el trabajo, cabrón.»
—Te compraste el algodón de azúcar de color azul a propósito durante nuestro viaje a Notsuba —dijo, perezosamente—. ¿Es suficiente detalle para que me creas o necesito darte más?
»Ayame, Datsue ha entendido que el verdadero mal de Oonindo son los Generales de Kurama. A ellos les viene de puta madre que estemos divididos y peleándonos —dijo—. Y luego, mientras estamos pensando en guerras y en mierdas, te capturan a ti, se infiltran en Uzu y se cargan a Akame... —expuso—. Creo que todos estamos pensando en los nuestros, pero nadie está pensando en el conjunto. Ahora que nuestros líderes han firmado una Alianza, creo que está en nuestra mano protegerla de la mejor forma.
Señaló a Datsue.
—Este tipo ha cometido muchos errores, pero una vez luché a su lado, y sé que en el fondo es buena persona. Quizás, demasiado pasional. —Miró a Datsue de reojo—. ¡Un liante! Un bromista. Pero mejor que sea también...
»...un amigo.
Suspiró. Clavó los ojos en Ayame.
—Conocemos a alguien que mató miles de inocentes porque tenía... sus propios problemas —dijo—. Datsue estaba muy, muy confuso por muchas cosas. Quizás no al principio, cuando lo de las cebollas. —Todavía le parecía ridículo—. Pero él ya le tenía tirria a Amegakure porque sabía que Aiko estaba sellada bajo el lago. Y luego te transformaste en ella sin saber muy bien tú lo que le había pasado. Y Datsue perdió del todo la cabeza y ya fue algo personal.
Miró a Datsue con elocuencia.
«Vamos, termina el trabajo, cabrón.»